Desde Santa Pola a Tabarca, apenas ocho kilómetros y 20 minutos de travesía. Tabarca, es una Isla de Alicante, pequeña, apenas de dos kilómetros, y 400 metros de ancho. Es preciosa, de piedras de color verde y casas bajitas, con calles que miran al mar, y que miran al cielo, que miran la ciudad y que mira con ojos de gato. (jajjaa, abundan gatitos por sus calles) Tiene la mirada azul, y vuelo de gaviotas y su leyenda, como todas las islas. Es fácil encontrar restos arqueológicos en tan pequeño espacio. Su origen nos llega desde Túnez, allí se encontraba la isla (Tabarqah), con el Rey Carlos V, que tenía intereses en esa isla de pesca. Sin embargo el rey de Túnez, En 1741 la invade, haciendo prisioneros a sus habitantes, que eran de origen Genovés El 8 de Diciembre de 1768, son liberados, siendo acogidos a su llegada a España en la ciudad de Alicante. Sin embargo el rey de Túnez, En 1741 la invade, haciendo prisioneros a sus habitantes, que eran de origen Genovés El 8 de Diciembre de 1768, son liberados, siendo acogidos a su llegada a España en la ciudad de Alicante. Carlos III, siguiendo una política de poblamiento, manda construir en la isla de Santa Pola, una plaza amurallada para dar cobijo a los ex-cautivos y desterrar la piratería. Sus más famosos piratas son Barbarroja y el pirata, Dragut. En abril de 1770 ya es habitada la isla por esos tres centenares de ex-cautivos. Denominándose, a partir de entonces, isla nueva tabarca. Tabarca es fértil en alaches, sardinas, bonito, atún, boga, lampuga, salmonete, ostras, caracoles y gambas... Sin embargo antiguamente, había una población de foca monje, o “lobo marino”, que fue exterminada por los antiguos pobladores.
Dicen que cuando caía la noche aprovechado su oscuridad, los habitantes se adentraban en la gruta, y pescaban al “Lobo marino, que caía en la trampa de los anzuelos.
Y cuentan...que a finales del siglo XIX, en la gruta, aparecieron una pareja de lobos marinos, que se refugiaron para esperar a su primer hijo, pero los isleños considerando que se trataba de una invasión, ya que se comerían su pesca y destruirían sus redes, esperaron una noche de luna llena, para atraparlos por sorpresa. El parto se precipito debido al miedo, y la cría nació muerta, la madre se lleno de tristeza, y murió también, y lleno de rabia y de dolor el padre en su angustia y desesperación lanzo aullidos que ensordecieron a los habitantes durante tres días, que fue el tiempo que tardó en morir. Existe en la Isla una cueva, llena de fantasticas estalactitas, de una belleza increíble, con los huecos donde las gaviotas se recogen, esta cueva se llama “la cueva del lobo marino”, y también algún que otro barco, en recuerdo de esta especie, desaparecida del litoral alicantino, y mediterráneo en general..
… Y según dicen los habitantes de Tabarca, que creen que su alma sigue en las cristalinas aguas, y en noches de luna llena, se pueden escuchar sus lastimeros ayees hasta la costa de Santa Pola. En el mar, se reúnen, calamares, lisas, sepias, salmonetes y langostas, En el fondo de la cueva, a modo de alfombra extendida, las algas, las esponjas, petrosias y axineles. Se acercan para recordar a aquel gran lobo marino, que aprendió a llorar, después de morir de soledad añorando a su familia.
Hoy en día esta dividida en dos partes, una construida, con unos 100 habitantes, y la otra, un poco mayor es un entorno natural, con fauna y flora autóctona, declarado espacio protegido, de gran interés ecológico.
Es precioso pasear por tabarca, sin coches..sin ruidos, es un lugar donde te sientes identificado con la naturaleza, con el cielo , con la tierra, con la gente que pasea tranquila, con las gaviotas que te invitan a su casa, con un cálido aire que te hace respirar profundo y querer abrazarla entera.
"Escuchaba tu voz, mientras el mar nos miraba y supe que te amaba. Infinitamente."
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