DIEGO... - EL REFUGIO DE ROXANA TANA

Diego, El Cigala: "He llorao con este disco"

Una de las voces más bellas del flamenco llega hoy a Chile para actuar mañana en el Teatro Oriente, con toda la emotividad de "Dos lágrimas", su nueva producción.

Por Constanza León A. "Dos lágrimas" resulta ser una pócima milagrosa para los viudos de "Lágrimas Negras", esa producción que batió récords de venta, de premios y de emociones desbordadas con Diego El Cigala cantando boleros, tangos y coplas sobre el piano de Bebo Valdés. Este es el resultado de dos años en los que el cantaor flamenco recogió historias que son pura pasión y que siguen evocando a Cuba ahora con otras glorias de las décadas de los 40 y 50: el pianista Guillermo Rubalcaba y los percusionistas Changuito y Tata Güines, una leyenda de los tambores (falleció el año pasado, poco después de grabar el disco). Con este as bajo la manga vuelve El Cigala para cantar mañana sábado en el Teatro Oriente. "Ya tenía muchas ganas de tocar en Chile. Se come de maravilla, se está de maravilla. Espero que se llene eso", señala al teléfono antes de embarcarse a Buenos Aires, donde actúa esta noche. "Una voz de caramelo que derrama el corazón en todo lo que canta. Siempre que lo escucho se me alegra el alma", dice de él Paco de Lucía. El Cigala se dedicó a hundirse en tierra cubana: "Pasar un tiempo con las viejas sabidurías de allí te ablanda el terreno. A mí La Habana me enamoró", explica. Pasa que el cubano tiene mucho de flamenco, cree él. "En su música, en la manera de vivir. Su gracia, su improvisación, no son artistas con una vida preconcebida. ¿Sabes lo que te digo? Siempre vale la inspiración". Ellos le aportaron ese son a esta entrega que es pura sangre y pasión. "Ese olor a ron añejo", como dice el heredero más celebrado de Camarón de la Isla. "Estas son mis propias vivencias también. Coplas que me han cantado siempre en mi casa, como «María de la O» o «Dos cruces». «Bravo» lo he escuchado por bulerías y tango. «Dos gardenias» en rumba...", enumera el de la recopilación que incluye otros clásicos como "Compromiso" o "Historia de un amor". "Por respeto a la copla jamás las hubiese cantado, pero están ahí. Me sentí cómodo". Lo grabó el año pasado, a 10 años de su disco debut, cuando ya la trayectoria le permite todo. "Conozco la música cubana. Lo difícil fue hacer «Lágrimas negras», que se grabó en tres días, donde ocurrieron muchas emociones". -¿Lágrimas por lo que provoca en ti y en el público? -Es un recorrido que viene de "Picasso en mis ojos" y "Lágrimas negras", donde abordamos desde una soleá hasta "Te extraño", de Manzanero. Siempre estás en el clave, siempre sorprendiendo. Y bueno, me gustaba el título, no fue por un afán de continuación. La gente se sigue emocionando. Y yo he llorao con este disco. Durante la grabación he tenido momentos de muchas emociones. Digo, si me pasa a mí, supongo le pasará al público. -¿Alguna preocupación ante las expectativas? ¿Por igualar o superar lo que hicieron con "Lágrimas negras"? -Yo no. Para mí ha sido una tranquilidad. Sí fue un poco estresante a la hora de grabar, porque sabíamos a lo que nos enfrentábamos, es un disco muy difícil. Pero al final se logró, ¿no? Era lo que queríamos. "Era muy delgadillo, nervioso, y me movía más que el desprecio" La nueva apuesta de El Cigala será un disco enteramente de tangos, una suerte de homenaje a Goyeneche, que incluye a Cacho Castaña, Gardel y otros. Al mismo tiempo debería salir un directo de "Cigala y Tomatito", de la gira flamenca que hicieron por España. "Uno de los dos tiene que salir pronto al mercao", sentencia. El Cigala es un personaje, gitano hasta las entrañas. De un carácter encendido que tiene su fama, pero también de una simpatía que pulveriza cualquier rastro de divismo. En medio de la conversación, confiesa que se está mirando al espejo por una imperfección que afecta su rostro ("Parece que me ha picao el Aguijón verde... ¡Qué mal rollo!") o interrumpe para despedirse de sus hijos, de 17, 12 y 4 años (y encargarlos que se cuiden unos a otros). Hasta entona "Gracias a la vida", cuyo verso se cuela en este disco también. "¡Qué cosa más bonita ese tema! Quise ponerlo de inspiración". -¿Cuán importante, además de tu voz, es ese carácter fuerte que tienes? -Tengo carácter fuerte, pero soy muy noble también. Me gusta mucho una risa, una gracia, un cachondeo, ¿no? Pasa que, amiga mía, cuando tienes que trabajar y enfrentar a un público, no hay remedio. Tienes que cantar y estar en lo que tienes que estar. Aunque es cierto, suelo estar en la mañana mosqueao. Soy de unos prontos, ¡ufff!, pero es ese pronto no más (risas). -Más allá del mal humor matutino, se refleja en el canto desgarrado... -Es que luego lo echo en el escenario. Un buen concierto me aplana. Lo echo todo allí. Lo desgarro todo. -¿Y lo de "El Cigala" es por lo flaco, ¿no? -Porque cuando niño era muy delgadillo, muy nervioso, y me movía más que el desprecio (carcajadas). -Aaaah... ¿te mantienes igual? -Ya me has visto en el escenario. Mi metabolismo no cambia y como increíble. Mis amigos me preguntan cómo no engordo. También lo echo en el escenario. Subo y pierdo dos kilos... Y tengo mis maneras para perderlos, ¡y qué maneras! -¿Te vas poniendo pretencioso con el paso de los años? -Sííí...Jajaja ¡Qué va!, tranquila. Sigo siendo la misma persona. Con tener una vida estable. A nivel emocional que es lo que primero que nos sostiene. Y el amor, que es fundamental, el amor de mi mujer y mis hijos. ¡Es la bomba! Me ponen las pilas. Imagínate que me han regalao un billar para que no salga por las noches. -¿Lo consiguieron? -Sí (silencio). En realidad, no (carcajadas). Pero me preocupo mucho de dormir. Si no duermo, no canto. Está visto y comprobao. Termino de cantar, ceno, me voy al hotel y duermo 10 u 8 horas mínimo. -A estas alturas, ante esta carrera, ¿Te sientes un privilegiado? -La verdad que sí. Soy un privilegiado total. Le doy gracias a Dios por todo. Y gracias a la vida.