Barcos a la deriva
Barcos a la deriva llevados por el oleaje que provocan sin cesar las tormentas del pensar.
Barcos a la deriva con la brújula rota que no permite saber donde está el norte esta vez.
Barcos a la deriva sin ver la osa mayor por las nubes del pensamiento y los rayos del tormento.
Barcos a la deriva sin saber donde pararán rezan todo lo que saben para que algún dios les salve.
Barcos a la deriva deseando uno de los rayos para que les fulmine presto, pues la muerte duele menos.
Quien no ha sido nunca un barco arrastrado por la vida a las cataratas de la angustia y ha sentido su gran furia.
Quien no ha sido nunca un barco al antojo de las olas a la suerte del destino y ha perdido así el camino.
Quien no ha sido nunca un barco con fantasmas en bodega, con astillas en la proa y tiburones en la popa.
Quien no ha sido nunca un barco que ha creído en Dios cuando ha visto a Satanás su casco agujerear.
Quien no ha sido nunca un barco y ha sabido resistir para acabar descubriendo que siempre se llega al puerto.
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