Los niños los hacen crecer con agua.
Miércoles 11 de Noviembre de 2009
Un alto riesgo de generar un paro cardiorespiratorio tiene en los niños las bolitas de gel que ellos hacen crecer con agua y que se llaman ‘crescencios’, la última moda en jueguetes infantiles.
El Centro de Información Toxicológica de la UC, CITUC, informó que desde agosto a la feha ha notado un incremento de llamadas por consultas asociadas a la ingesta accidental de bolitas de hidrogel, cuando se les confunden con golosinas.
El uso adecuado de este producto, comercializado en forma de perlas, es para decoración y conservación de plantas. Sin embargo, se están vendiendo en calles y colegios a muy bajo precio (cada bolsita puede costar en promedio $300).
Su principal componente es el polímero de acrilamida, y al entrar en contacto con agua aumentan hasta 900 veces su tamaño original, absorbiendo de 80 a 140 veces su propio peso, explicó el director del CITUC, doctor Enrique Paris.
Uso real |
En Internet se afirma que estas bolitas de gel tienen uso principalmente en la jardinería porque pueden usarse para el crecimiento de las raíces. Esto, porque reduce la presión por impactos, por ejemplo de jugadores en el césped (heridas), reduce el uso de pesticidas (herbicidas, fungicidas), absorbe fertilizantes solubles y los libera paulatinamente y mejora el drenaje y permite mantención de plantas y jardines.
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“Esto no es un juguete, pero llama la atención de los niños precisamente porque crecen más o menos al tamaño de una canica. Su finalidad es netamente decorativa, por lo tanto, debiera encontrarse este tipo de productos en un comercio establecido, lejano a los niños y debidamente etiquetado”, recomendó el doctor Paris.
Si bien los crescencios no son tóxicos, y probablemente si un menor ingiere una o dos de estas bolitas luego las botará en las deposiciones, “ante una eventual ingesta masiva, estos podrían ocasionar una obstrucción intestinal que si puede comprometer la salud de los más pequeños”, explica el especialista.
Sin embargo, precisa el doctor Paris, “el principal riesgo está en que los niños pueden introducir estas bolitas de hidrogel en la nariz, el oído o simplemente las pueden aspirar. En este último caso, pueden sufrir serias complicaciones si estas crecen en el pulmón, las que pueden ser asfixia e incluso paro cardiorespiratorio”.
En estos tres meses, las principales complicaciones de salud que se han regitsrado son dolores abdominales, vómitos, diarreas y otros, así como la obstrucción d oídos y narices.