Las personas de ciegas de córnea son
aquellas que, por causas diversas que conducen a la opacificación de esta
membrana ocular, padecen trastornos severos de la visión que pueden llevar a la
ceguera.
Un equipo de investigación integrado por
científicos de Laboratorios Craveri y la Universidad Austral está
reproduciendo en la Argentina la técnica de cultivo autólogo de córnea,
desarrollada por el científico italiano Michele de Luca, que permite cultivar
el epitelio de la córnea a partir de células del mismo paciente tomadas del
ojo sano.
"Nosotros habíamos comenzado a
trabajar en cultivo de epidermis y en la fabricación de piel artificial
-recuerda el doctor Jorge Genovese, ex vicepresidente de la Tissue Engineering
Society International y director del área de biotecnología de Craveri-. Tanto
para una cosa como para la otra se utiliza una tecnología (conocida como
cultivos organotípicos) que logra el crecimiento de células llamadas
queratinocitos no en monocapa sino hacia arriba .Y como el epitelio anterior de
la córnea es muy similar al de la epidermis..."
A partir de allí, investigadores de la
Universidad Austral se pusieron a trabajar en muestras porcinas que permitieron
confirmar lo que suponían: que se trataba de una tecnología equivalente y fácilmente
transferible.
La córnea es un órgano del aparato de la
visión cuyo epitelio anterior es la cubierta que le da indemnidad. Cuando sufre
algún tipo de erosión, el ojo puede padecer desde alteraciones dolorosas hasta
trastornos de la visión. "Es muy importante mantener la transparencia y la
integridad de esta estructura, que no tolera cicatrices", subraya Genovese.
Según el grado de gravedad de la lesión
hay personas que quedan prácticamente ciegas por falta de transparencia de la córnea.
"Este desarrollo puede reparar heridas con álcalis, con cal, patologías
como el síndrome de Stevens-Johnson y otro tipo de cuadros que de alguna manera
desarrollan neovascularización (nuevos vasos sanguíneos) en la córnea",
explica el doctor Dr. Juan E. Gallo, vicedecano de la Facultad de Ciencias Biomédicas
de la universidad.
El cultivo de epitelio de córnea es
posible porque ese tejido posee sus propias células madre, situadas en la región
conocida como limbo ocular, el límite entre el área blanca y el área de color
del ojo.

"Si uno se quema un ojo -detalla
Genovese- tiene la posibilidad de tomar una pequeña cantidad de células madre
del ojo contralateral, sin lesionarlo, y bajo las condiciones que los
investigadores pusieron a punto generar una pequeña lámina que se aplicará en
la parte anterior de la córnea y permitirá restaurar el epitelio."
 

Así, se toman dos milímetros cuadrados de
células madre que, luego de tres a cuatro semanas, se transforman en tres centímetros
cuadrados de epitelio. Se lo monta sobre un soporte adecuado y el cirujano lo
cose o lo adhiere reemplazando el epitelio dañado y reintegrando la
transparencia necesaria del ojo. "En este tiempo hemos ido mejorando la técnica
-explica Gallo-. Y estamos trabajando para que la extracción sea lo más eficaz
y segura posible. También, en esta última parte del proceso, estamos probando
distintas técnicas de sutura para evitar una cicatriz que sea impedimento para
la futura transparencia."
La curación se comprueba al examinar el
ojo operado y verificar que recupera la transparencia. "Si todo va bien, en
dos o tres meses podríamos estar terminando las etapas de investigación y
empezando un estudio acotado en seres humanos", afirma Gallo.
Y concluye Genovese: "En Italia ya
existe una experiencia de más de 1200 casos. Esto quiere decir que cuando
completemos los estudios en animales se podrá pasar rápidamente a la aplicación
en humanos".
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