الصفحة الرئيسية  |  إتصال  

البريد الإلكتروني

كلمة السر:

سجّل نفسك الآن

هل نسيت كلمتك السر؟

EL REFUGIO DE ROXANA TANA
 
مستجدات
  أدخل الآن
  جدول الرسائل 
  معرض الصور 
 الملفات والوتائق 
 الإحصاء والنص 
  قائمة المشاركين
  
 ♥BIENVENID@S AL REFUGIO DE ROXANA TANA♥ 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 B 
 D 
 
 
  أدوات
 
.·´¯`» Sec. Paloma-Cuentos Breves «´¯`·.: BUSCANDO LA ESTRELLA
إختار ملف آخر للرسائل
الفقرة السابقة  الفقرة التالية
جواب  رسائل 1 من 2 في الفقرة 
من: Siondra  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 11/12/2009 18:45

BUSCANDO LA ESTRELLA - Cuento


Por Jorge González Pérez (NO VIDENTE, Presidente ONG Adulto Mayor Ciego Baldomero Lillo)

El talabartero trabajaba con una canción en los labios, agradecido de su buena estrella. Establecerse en Coupvray, había sido un acierto, porque su casa distaba a no más de 10 Kms. de París y era paso obligado de militares y aventureros para adquirir el equipamiento personal y el de las cabalgaduras.
La prosperidad abrió un nuevo cauce con la llegada de un nuevo varoncito a la familia. Aunque él soñaba con una niña, el chico los conquistó a todos con su simpatía. Se le bautizó Luis, no por nostalgia de la monarquía, sino por el dicho de los agricultores que afirma que llueven Luises cuando llueve en los campos, refiriéndose a la valiosa moneda de plata.

- De ese modo –ironizaba el talabartero- nunca faltaría un Luis en casa.

Apenas el chico empezó a caminar se sintió atraído por el trabajo de su padre y echaba a volar su imaginación con las historias que él le inventaba o le contaba a propósito de los artículos que estaba fabricando. Así, arrullado por la voz paterna, meciéndose en su caballo balancín, emprendía viajes fantásticos, ya por la ruta del gigante de las botas de 7 leguas, ya caracoleando por los caminos del gato con botas.

De esas emocionantes aventuras despertaba haciendo toda clase de averiguaciones a fin de tratar con los numeroso personajes imaginarios que le salían al paso. Su padre le había regalado un monedero, el cual mantenía repleto de piedrecitas que eran las joyas con que suavizaba el malhumor de los ogros o pagaban en las posadas.

Un día, en que un militar con muchas medallas le pagó a sus padres una fuerte suma de dinero por una completa y elegante montura. El chico quiso saber cómo y quién le había enseñado a ganar tanto dinero.

- Hijo –le explicó el padre- todos tenemos una estrella que nos guía con su luz. La mía me señaló que hiciera zapatos, botas, cinturones, monturas… Todo cuero. Soy talabartero.
- ¿Qué son las estrellas?- preguntó el pequeño.
- Las estrellas son esos puntitos luminosos que se ven en el cielo por las noches. Todos tenemos una estrella. La tuya tienes que buscarla.

Desde aquella conversación, todas las noches antes que el pequeño Luis se metiera en la cama, padre e hijo, permanecían juntos un momento en la ventana del segundo piso de la casa, mirando las estrellas.
Aquel rito fue interrumpido bruscamente, cuando el pequeño Luis se pinchó accidentalmente un ojito con una lezna.
Cuesta describir el dolor de aquella familia, cuando, pese a los cuidados médicos, la infección arruinó los s ojitos y el niño quedó irremediablemente ciego. El rito de mirar al cielo para buscar la estrella se convirtió en llanto doloroso.

- ¿Ya nunca podré hallar mi estrella? –preguntaba, llevándose las manitas a los ojos sin vida.
- Sí que la encontrarás –lo reconfortaba el padre- Si tú no la ves, ella que te mira descubrirá la manera de que tú la reconozcas.

El hijo del talabartero fue llevado a un colegio para ciegos en París. Allí se educó y muy joven se convirtió en profesor de otros compañeros. Cuando Luis tenía 16 años, visitó el instituto para ciegos el Sr. Barbier, un capitán de artillería que deseaba comprobar las posibilidades prácticas de un sistema de lectura en la oscuridad de su invención. El joven Luis se interesó porque también estaba trabajando en una idea semejante a fin de simplificar los complejos sistemas de lectura utilizados en la enseñanza de los ciegos. Las conversaciones con el militar contribuyeron a clarificar su pensamiento y muy pronto consiguió darle forma a un alfabeto práctico aplicable a las diversas expresiones escritos. Se lo contó a su padre, quien alabó su ingenio y el sentido lógico con que iban derivándose las letras.
El hijo del talabarero tenía ya 25 años, cuando asomado a la ventana del segundo piso de la casa, volvió a preguntarle a su padre por aquella estrella que no podría ver ni reconocer.

- Eso que me has explicado del abecedario con puntitos es tu estrella que bajo a tus manos y esa estrella significará la luz para todos los ciegos del mundo, Luis Braille.

 



أول  سابق  2 إلى 2 من 2  لاحق   آخر  
جواب  رسائل 2 من 2 في الفقرة 
من: SEHILA مبعوث: 08/02/2010 02:03


 
©2025 - Gabitos - كل الحقوق محفوظة