Hoy, día del amor fraterno, procura partir tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que veas desnudo y no te cierres a tu propia carne. En la última cena, Jesús, nos dijiste con tu propia vida entregada a la muerte, que lo único que vale es el amor a los hermanos, hasta ser capaces de dar la vida por ellos. "Quien pierde su vida, la gana para siempre". Hoy, la víspera de padecer por nuestra salvación y la de toda la humanidad, tomas el pan y dices: TOMEN Y COMAN, ESTO ES MI CUERPO. Coges después la copa, y añades: TOMEN Y BEBAN, PORQUE ESA ES MI SANGRE. Por favor, nos suplica Jesús, hagan siempre y donde estén lo que acabo de hacer.
¡Un abrazo a cada una de ustedes, que este sea un buen día para compartir!
Paloma