LA HIPOCRESÍA
SE DISFRAZA DE AMOR ?
Nos hemos
confundido tanto por el dictado del entorno, que ya somos una copia
lamentable de los errores ajenos. En nuestra esencia se está gritando
una cosa y, sin embargo, nuestras palabras, con tono medido y calculado,
expresan lo contrario. ¡Qué poco descubrimos de nuestra propia
hipocresía! Una actitud lejana a la dignidad y el respeto al semejante.
Algo que va más allá de una mentira piadosa, como la llamaban nuestros
padres o abuelos. No hay mentiras ni verdades piadosas o crueles. Son
mentiras o verdades, sin calificativo. No confundamos la diplomacia, el
buen gusto y la ética al expresarlas. Esas sí, pueden ser virtudes. El
médico, al transmitir un diagnóstico puede usar valores espirituales
como la piedad y la compasión, sabiendo el dolor que provocará dar su
parte diario sobre el estado de una persona. Decir, por ejemplo, “Su
estado es muy delicado o su pronóstico reservado”, no es mentir. Es
decirnos sutilmente… “Se va, se puede estar despidiendo de este plano.
Vayan procesándolo. No me pidan imposibles, no soy un gurú milagrero.
Soy un simple médico. Pero, si tienen fe, pueden rezar por él, como lo
indique la religión que practiquen o a la que medianamente adhieran”. Puede
parecernos que dice poco en el marco del lenguaje científico, pero
mucho en el nivel del corazón. Y en definitiva, le habla a gente,
como él, en otras circunstancias. También habrá comentado, en alguna
ocasión, viendo el deterioro de su cuñada que la ve más linda o más
elegante… y la pobre se parece cada vez más a un espantapájaros en
desuso. Pero no lo juzguemos. No le miente, le sostiene algo de su
autoestima. Y además, se la tiene que “bancar” por ser la hermana de su
mujer. La va a seguir encontrando en las reuniones familiares. Tiene que
ser cauto, previsor. No le conviene mostrar lo que ve y crear un
conflicto. Sabemos que siempre es mejor callarse, por supuesto, pero
hablamos, siempre hablamos… opinamos, como si se nos fuera a perder la
vida y la identidad en el silencio. La hipocresía nos borró la
transparencia y ya casi se convirtió en una constante, un sistema
operativo, como un Windows oral. Porque quedan pocos sinceros a
ultranza. Esos fieles a su verdadero sentir y que no ocultan nada, dicen
sin disfrazar su honestidad, no lo que espera oír el otro. No hay por
qué ser complaciente, sólo hay que ser consciente y hacerse cargo de las
consecuencias. Si todavía no aceptamos
que del error aprendemo, mucho heredado sigue haciendo estragos en el
crecimiento interior. Por ejemplo, se suele ir al templo por inercia,
como a un lugar de reunión social, casi un club. Siempre “queda bien”
que a uno lo vean buscando lo sublime, a Dios, lo divino.. . La
motivación, inconsciente muchas veces, puede ser: Es mejor que me vean
salir de la iglesia un domingo y no del prostíbulo un lunes en horas del
trabajo. Es una de las tantas hipocresías generadas por las propias
colectividades religiosas, cuando nos obligan a rezar, amenazándonos con
supuestos castigos si no lo hacemos, imponiendo letras muertas en
momentos donde hay que rescatar la vida del presente, no los mandatos de
lo superado. La crisis de fe de muchas sociedades, se debe a la
falta de actualización de las escrituras llamadas “sagradas”, que ni
Jesús ni Buda verían válidas. Sagrado, en mi humilde entender, es lo que
nos vuelve a la esencia, sin preconceptos. Una enseñanza vale si es
oportuna, no oportunista. No son sagradas las normas morales porque son
antiguas. Serían una bendición verdadera, si esas palabras nos indican
la salida a los problemas de hoy, y no sólo tratan de relatar cómo hizo
Moisés para transmitir los mandamientos de las Tablas sin tecnología
láser… No sigamos siendo hipócritas. La vida es hoy y se nos está
escapando de las manos, en pos de una conciencia más abierta que la
entienda. Si te molestó o enojó esta nota, es sólo un problema que tenés
que resolver vos. Es tu mirada o algo que no querés ver por comodidad. A
mí ya no me afectan los desacuerdos con mis ideas que pueda mostrar la
gente . Estoy para provocar cambios, no para dorar píldoras. No soy
hipócrita.
tus ojos" Te
quiero sin verte sin tenerte te quiero y no me digas mentiroso que yo
solo te quiero libre como el aire que respiro como los rios que ...
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