Abrazos desde el alma
Un australiano tuvo una idea…, pararse en cualquier lugar de la ciudad
con
un cartel que dice free hugs (abrazos gratis) y brindar un
poco
de cariño a quien lo desee.
Ahora esta idea empezó a recorrer el mundo.
Y me inspiró a pensar un poco en el tema:
No es fácil hallar abrazos..., por aquí se
consiguen más besos en las mejillas que abrazos.
Los besos están bien, pero convengamos que al menos en Buenos Aires
son tan populares que se dan aunque no sienta nada especial por esa persona...,
forman parte de nuestro saludo habitual con gente conocida. Se dan en la oficina,
en el club...,
y por supuesto a los amigos y a la familia aunque el sentimiento ahí varíe.
Pero abrazos..., esos no abundan, creo que porque el acto implica un acercamiento
de cuerpos que decodificamos como algo muy íntimo, algo que solo se reserva para
determinadas personas y en determinadas ocasiones.
A mí particularmente me encantan y tomé conciencia de lo importante que
eran cuando en una charla con un amigo surgió el tema. Y apareció Krishnamurti
y lo del contacto constante y demás (no se mucho de él así que ahí lo dejo).
Igual no crean que es fácil..., a veces la gente reacciona con músculos rígidos
ante la sorpresa de mis abrazos impetuosos:). Pero aquellos a los que elegí
para brindárselos se han ido acostumbrando. Reconozco que solo son para unos
pocos, pero son sinceros pues en ellos se involucra cada fibra de mi alma y siento
que por un instante me conecto con el alma del otro. Una perlita..., yo para dormir lo hago abrazada para tener buenos sueños.
Abrazos aunque sea virtuales para quienes lean este mensaje
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