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۰۪۪۫۫●۪۫۰ Salud, Temas Varios ۰۪۪۫۫●۪۫۰: Sentimientos de Culpa DEL CUIDADOR (ALZHEIMER)
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: SEHILA  (Mensaje original) Enviado: 18/04/2010 12:05

Sentimientos de Culpa

Es común que en ocasiones los familiares o cuidadores de personas con problemas de memoria, tales como la enfermedad de Alzheimer, se sientan incómodos o culpables. Estos sentimientos surgen por diferentes razones, algunas de las cuales pueden ser en momentos en que se percatan de sentirse cansados, de mal humor, irritables o tal vez hasta atrapados por las circunstancias. Esto también puede ocurrir cuando se omiten pasos de la rutina del cuido con la intención de ahorrarse tiempo o trabajo. Otra situación común que genera estos sentimientos es al sentir alivio ante la muerte de la persona.

Las siguientes son algunas sugerencias para ayudar a los cuidadores con estos sentimientos:

1.  Es normal sentirse culpable en ocasiones: Los sentimientos de culpa son parte natural del proceso de cuidar a una persona enferma.

2.  Haga una lista de preguntas o preocupaciones que tenga sobre la persona a quien cuida y discútalas con el médico: Los cuidadores tienen el derecho y deben traer una lista con preguntas para discutir en cada visita o consulta con el médico, la enfermera o trabajadora social.

3.  Comparta y discuta sus preocupaciones con otros miembros de un grupo de apoyo: Uno de los recursos más importantes para los cuidadores son los grupos de apoyo, donde puede solicitar y compartir consejos sobre los retos diarios del cuido con otros que se encuentran en su misma situación.

4.  Comparta sus preocupaciones con otros familiares: Los familiares y amigos pueden ser fuente de apoyo y compañía. Pídale a sus seres queridos que lo visiten con regularidad si les es posible.

5.  Pídale ayuda a sus vecinos o miembros de la comunidad: Los vecinos tienen fácil acceso a su ser querido, pegúnteles si pueden pasar a ver cómo se encuentra su ser querido. También puede pedirles que le notifiquen si notan algo extraño (por ejemplo, humo o olor a fuego, o si oyen alguna alarma o ruido extraño procedente de la casa de su ser querido).

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: SEHILA Enviado: 18/04/2010 12:07
"LOS CUIDADORES Y SUS FAMILIAS"
 

Ahora no hablaré únicamente del enfermo con Alzheimer, sino de afectados………...........

 

“Los cuidadores y sus familias”

 

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER, Sin cura disponible aún, los especialistas están buscando a las familias como aliadas para enfrentar el tratamiento contra la demencia más frecuente.

Se sabe que si no nos cuidamos los que atendemos diariamente al enfermo, estamos en problemas

La estrategia consiste en que comprendamos bien de qué se trata la enfermedad, sus síntomas y su tratamiento. Después,  poner en práctica diferentes actitudes y comportamientos que nos ayudarán a aceptar y convivir con el Alzheimer.

“Si los cuidadores nos informamos y aprendemos a manejar la enfermedad, prevenimos nuestro  propio deterioro físico”.

"Los cuidadores solemos abandonarnos a sí mismos, o simplemente no sabemos cuándo pedir ayuda. Podemos ser la segunda víctima del Alzheimer o la víctima escondida: podemos sufrir estrés, depresión o infartos etc."

 

 Es recomendable realizarnos también chequeos médicos y que vayamos a grupos de autoayuda.

En la etapa inicial, como cuidadores tenemos que ocupar de recordarle al paciente dónde están las llaves o la lista de compras que no hizo, por ejemplo. Pero cuando el Alzheimer progresa, el cuidador va sumando más preocupaciones: el enfermo puede perder objetos de valor, puede dejar el gas abierto, necesita que lo vistan o lo bañen.

"El cuidador se sobrecarga doblemente; su trabajo aumenta y a su vez va sufriendo la pérdida del afectado por Alzheimer, que va dejando de ser la persona que era". Aunque, no todo está perdido. Algo importante persiste.

"El enfermo será un demente, pero no pierde nunca el afecto por sus seres queridos", "La memoria afectiva perdura. Es recomendable mostrarle seguido fotos importantes de la historia familiar para prevenir la pérdida de la memoria fotográfica".

Otro punto a tener en cuenta es que el enfermo debe mantenerse activo. "Si lo sientan en un sillón frente al televisor todo el día y no lo invitan a pasear o a hacer juegos de palabras, entre otros ejercicios, es muy probable que el declive de la enfermedad se acelere",

"Los enfermos con Alzheimer necesitan dirección y orientación, pero eso no significa que el cuidador deba controlarlo todo el tiempo. Por ejemplo,  si lo apuran para ir a un banco a las dos y media de la tarde, lo estarán sobre exigiendo. Esto generará una reacción del paciente, que puede ya tener problemas para expresarse con sutilezas".

Al aprender a convivir con los olvidos y con otros síntomas de la enfermedad, se puede conseguir que el enfermo no se vuelva tan ansioso, ni sufran de insomnio.

Quizás aceptar la enfermedad sea lo más difícil. Los especialistas médicos coinciden en recomendar que antes que discutir con los pacientes, es mejor buscar el consenso. Antes que avergonzarlos, distraerlos.

En lugar de darles lecciones, aportarles seguridad.

 "Es mejor pedir que imaginen, antes que exigirles que recuerden

 Nunca hay que decir 'no puedes', sino afirmar  ¡tu si puedes!.

 

Quizá la enfermedad pudiera servir para una  mejor  relación con el resto de la familia.

 

La idea es que todos quienes tenemos a algún familiar con esta enfermedad tratemos de apoyarnos e intercambiar experiencias para poder ayudar a nuestros enfermos lo más posible, ya que a pesar de su enfermedad, se dan cuenta de todo, sufren y desgraciadamente no son capaces de expresar nada.

Y por otro lado para que esa misma experiencia vivida

por cada una, nos ayude a sobrellevar la pena

que significa tener un enfermo de Alzheimer cerca de

nosotras, como asimismo nos demos la fuerza, la paciencia y el cariño necesarios para hacerles más grato el tiempo que Dios quiera que ellos permanezcan con nosotras.

¡Dios les bendiga en éste caminar diario!

DE UN GRUPO DE ALZHEIMER 


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: SEHILA Enviado: 18/04/2010 12:16
El cuidador debe cuidarse
No olvide que cuidar a una persona con demencia supone más que cuidarla físicamente, se añade comprenderla, decidir por ella, interpretar sus cambios de carácter, y evitarle riesgos, todo esto hace que el cuidado no sea una tarea fácil.

No todos los cuidadores afrontan este reto de la misma manera, ni supone a todos el mismo esfuerzo, pero es cierto que con el tiempo se produce en mayor o menor medida un “desgaste físico y emocional” que repercute en el estado de salud del cuidador.

En general las personas que ejercen de cuidadores no vigilan su salud, pues la tarea es considerable, y así ante pequeñas “señales de alarma” (dolor, tristeza, insomnio, inquietud, cansancio.....) continúa cuidando sin prestarse atención.

Estas “dolencias”, y “padecimientos” son el comienzo de un mal estado de su salud si no lo remedia. Tiene por tanto que saber reconocer estos síntomas, y darle su debida importancia para no aumentar el sufrimiento de usted y el de su mayor enfermo.

Sepa que su ser querido si pudiese no le pediría tanto sacrificio.

Si usted se cuida en los aspectos físicos, emocionales y sociales, cuidará mejor a su mayor (tiempo y calidad).

Para que él / ella, su familiar enfermo, note su confianza y responda a su necesidad, precisa de una persona con energía y salud, es decir, una persona cuidada.

Reconocer que ambos son igual de importantes en los cuidados.

Usted cuida a un ser querido enfermo.

La enfermedad que padece va a precisar de usted cada día un poquito más y para ello debe de programarse

Saber hasta dónde puede llegar, y a partir de qué momento tiene que pedir ayuda.

Ser realista, a todo no llega y habrá cosas que tendrá que delegar por el bien suyo, no se engañe.

Elegir aquellas tareas que le suponen a usted con su familiar más satisfacción y menor perjuicio para su salud física y/o emocional.

Y sobre todo, no culparse, los sentimientos negativos existen y deben de aflorar, no los esconda, perjudicaría seriamente su salud.

La falta de cuidados para usted puede ser fatal, ¿lo ha pensado? Ni su familiar estará bien cuidado ni usted tampoco.
Mejorar la comunicación con el enfermo de Alzheimer.
Si usted en su casa tiene un familiar con un padecimiento de este
tipo, es conveniente que no eche en saco roto los siguientes consejos:
1. Compruebe primeramente que lo está oyendo, ya que muchas
veces la capacidad o agudeza auditiva declina con la edad.

2. Hable con él sin elevar el tono de voz. Curiosamente el hablarle
fuerte sólo hace confundido más, al retumbar en su interior , todo
ese cúmulo de sonidos muchas veces incomprensibles para él.
Además, hablarle en un tono fuerte es sinónimo de enojo, lo que
pudiera alterarle más sus nervios.

3. Elimine todos los ruidos y actividades que pudieran irritar o poner
nervioso a la persona, digamos, baje el volumen de la tele o de la
radio o no los ponga tan ‘fuertes’ .

4. Emplee palabras y frases cortas al hablarle. Evite mensajes com-
plejos que no va a entender , pero sólo van a confundir. (Por ejem-
plo, dígale simplemente “Voy a estar en el cuarto trabajando o en
la cocina haciendo un pastel”), en vez de decide:  “¿Sabes qué?
No te levantes. Quiero que te estés quieto, voy a estar en la cocina
preparando un pastel, porque en la noche tenemos uno invitados
y quiero que... bla, bla, bla..”. (O en el otro caso: “Voy estar en el
cuarto, no quiero que me molestes, tengo que hacer lo de las de-
claraciones, mañana tengo que ir al banco e ir a Hacienda a pagar
los impuestos”). Todo esto, lo abruma.
 
5. Si le hace usted a él o ella una pregunta, solamente hágale una.
No lo atolondre ni hostigue. Hágale preguntas sencillas donde él
también pueda en su caso optar por una respuesta donde sienta
que se le toma en cuenta. Por ejemplo:  “¿De qué sabor vas a
querer tu nieve (o helado), de limón o de fresa?” Y jamás hacer
proposiciones como:  “¿Cenamos ahora o más tarde? ¿O mejor
nos esperamos a después de que vengan y se vayan las personas
que quedaron de venir más al rato?”.

6. Pídale una sola cosa a la vez, será más sencillo para él. Digamos
“Ponte la camisa..., ahora ponte el pantalón...” Y nunca:  “Aquí está
sobre la cama toda tu ropa, no te vayas a equivocar, te vas a
poner los zapatos cafés, los calcetines que te regalé, la camisa
nueva que te trajo tu hija...”. Optar por esto, lo abruma.

7. Háblele pausadamente y espere a que responda. La respuesta del
paciente puede ser lenta, por lo que debemos tener mucha pa-
ciencia.
 

Recordemos que nuestros seres queridos, a  pesar de su enfermedad, siguen siendo
personas con capacidad de amar, reí y gozar, y que como cualquier niño tienen  la
imperiosa necesidad de recibir afecto.
 



 
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