Recorro descalza la plaza de tus encantos, aprendiéndome en el tanto del sentimiento que calzas, guiada por la balanza que altera mis latidos, hasta ser una contigo y que conmigo, uno te hagas.
Desato los misterios abrochados a la locura, dejo que la aventura aventure sus silencios en el altar del verbo que nos bautiza en poema y su adagio nos lleva hasta el mismo universo.
Espero vistiendo prisa el abrazo de tus razones, para volcar esos colores en pieles de la brisa que al suspirar eriza como el mar con la marea lo que el deseo lea cuando el alma nos suspira.