“El mundo es un lugar peligroso para vivir… no por la gente mala,
sino por aquellos que se cruzan de brazos y lo permiten”
Einstein
La resignación y el victimismo son
realmente la plaga de nuestra sociedad. Nos sentimos tan
insignificantes ante la globalidad y los grandes poderes del mundo que
nos autoconvencemos de que no podemos cambiar las cosas. Pero esto es
totalmente falso.
Y este cuento breve refleja muy bien nuestra capacidad individual de influir en el mundo.
CUENTO DE LA ESTRELLA DE MAR
Esta es la historia de un hombre
que llega a una playa atestada de estrellas de mar moribundas tiradas
sobre la arena. El hombre ve a una mujer que, una por una, va
recogiéndolas y arrojándolas de nuevo al mar.
Él le dice: “¿ Por qué te
esfuerzas? Hay millones de estrellas de mar en la playa, que tiene
varios kilómetros de longitud. Y más playas al norte y al sur. No
podrás devolverlas todas al mar, así que, ¿qué diferencia puedes hacer?”
La mujer, que tenía en ese momento una estrella de mar en la mano, la lanza al agua para que reviva y responde “A ésta sí le ha hecho una diferencia“.