Sin darnos cuenta el tiempo va pasando y junto con él cosas bellas que no apreciamos, es irónico,
no tenemos tiempo para disfrutar de las cosas bellas de la vida,
sin embargo ellas están ahí esperando ser apreciadas,
ellas tienen todo el tiempo del mundo, ellas no mienten,
no traicionan, siempre están ahí para cuando nos decidamos a tomarlas.
Siempre hay un día más, un día más para el amor, un día más para la fe, un día más para la felicidad,
siempre están ahí esperando,
cuando más derrotados estamos, sentimos que estamos solos,
creemos que nadie entiende nuestro dolor, que nadie comprende nuestros sentimientos, que no hay solución a nuestros problemas;
nos olvidamos de que siempre hay un día más, hay un día más para cambiar las cosas, un día más para encontrar la cura a nuestro dolor, a nuestro sufrimiento, un día más para cambiar el curso de nuestra vida.
No estás solo,
abre tus ojos y ve a tu alrededor, tal vez hay alguien que esta sufriendo más que tú,
tal vez hay alguien que necesita de ti y no te das cuenta,