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*:·.★* Mjes DIARIOS: ★*·.·´ LA SALUD DE GUSTAVO CERATI ..`·.·*★*
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De: Roxana Tana (Mensaje original) |
Enviado: 09/06/2010 20:44 |
Gustavo Cerati padece “extenso daño cerebral”: médicos
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Gustavo Cerati se recupera en Argentina. Foto: AP. |
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Gustavo Cerati padece un "extenso daño cerebral", está inconsciente y con asistencia respiratoria mecánica, según el primer parte médico difundido por la clínica a la que fue trasladado en la víspera, para continuar la rehabilitación del accidente cerebrovascular (ACV) que sufrió el 16 de mayo tras un concierto en Caracas. "La tomografía computada realizada a su ingreso mostró un infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral secundario", reveló la clínica Fleni en un comunicado. Agregó que "el paciente está inconsciente, sin ninguna sedación farmacológica. Respira espontáneamente pero aún requiere asistencia mecánica respiratoria". Además, Cerati se encuentra bajo tratamiento con antibióticos por "infección respiratoria". Fleni, una clínica especializada en la rehabilitación de pacientes con problemas neurológicos, reportó que el rockero de 50 años tiene una "lenta evolución" de su cuadro. El ex vocalista del emblemática banda Soda Stereo fue hospitalizado 16 de mayo tras desvanecerse al final del concierto que ofreció en el estadio de fútbol de la estatal Universidad Simón Bolívar, como parte de su gira internacional "Fuerza natural". Fue operado el 18 de mayo debido a un edema cerebral que sufrió luego de presentar una reducción del flujo sanguíneo conocida como isquemia cerebral. El lunes fue trasladado a Argentina y quedó internado en Fleni, en el barrio de Belgrano. La clínica adelantó que sólo difundirá partes médicos cuando "haya cambios significativos en la salud del paciente". Desde la disolución de Soda Stereo en 1997, el cantante ha desarrollado una carrera como solista con discos como "Amor Amarillo", "Bocanada", "Ahí vamos" y el más reciente, "Fuerza natural". |
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Afirman que Cerati está en estado "vegetativo"
Mientras tanto su madre, Lilian Clark, y su hermana Laura se han mantenido en absoluto silencio en torno a la salud de Gustavo. Algunos miembros de su equipo de producción son los que se muestran más abatidos. La doctora Mariana Lestelle anticipó que la lectura sobre todo lo informado sobre el músico, arroja este terrible resultado.
Las horas pasan y no hay mejoras en el estado de salud del músico Gustavo Cerati, quien se encuentra en terapia intensiva en el Instituto Fleni, desde el lunes pasado. Tiene un extenso daño cerebral, según dijeron los médicos cuando terminaron de examinarlo ayer.
Esta mañana, a través de Twitter, Jorge Rial informó que Gustavo está ya en "estado vegetativo", aunque no lo han confirmado de esa forma los médicos del instituto especializado donde es atendido el artista. El reconocido conductor de televisión, le realizó una entrevista a la doctora Mariana Lestelle, quien pasó en limpio el estado de salud de Cerati: "Estado vegetativo".
En el diario mexicano El Universal, también advierten esta posibilidad. Alejandra González Duarte, neuróloga del Hospital Ángeles, explica que “el extenso daño cerebral” significa que Cerati se encuentra en coma con la posibilidad de caer en estado vegetativo. “Que se mantenga inconsciente a pesar de que no le están poniendo ningún medicamento y que, aun así no despierte, es un mal dato; que respire por sí mismo quiere decir que algunas de las funciones más primitivas del cuerpo están concentradas en que el paciente no sufra aún muerte cerebral”.La especialista dice que una persona que no está consciente pero que respira por sí misma puede entrar en dos fases: el estado vegetativo o la muerte. Sin embargo, aclara que aún no hay datos suficientes para hablar de muerte cerebral ni de estado vegetativo, para ello habría que esperar a que se desinflame el cerebro.González Duarte añade que el daño en el tronco cerebral izquierdo afecta la capacidad motora. “Esta parte del cerebro se encarga de las funciones vitales, como respirar, comer, dormir, despertar, hablar, entre otras funciones básicas”, dice.
Foto: Archivo
El estado de salud del músico Gustavo Cerati sigue siendo crítico. Así lo describe el primer parte médico desde que anteayer llegó a Buenos Aires.
La Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (Fleni), en cuya sede de Belgrano está internado, confirmó que Cerati tiene un "extenso daño cerebral" y que se encuentra asistido con un respirador artificial.
Tras la internación en Caracas, la dirección del instituto Fleni precisó ayer que los exámenes medicos realizados a Cerati revelaron "un infarto extenso en el hemisferio izquierdo y daño del tronco cerebral secundario con hipertensión endocraneana", como ya se había informado durante su internación en Venezuela.
El parte fue consecuencia de la tomografía que le realizaron al ex líder de Soda Stereo. La parte afectada es la que regula el habla.
El músico está recibiendo antibióticos debido a que presenta una infección respiratoria. Según se informó, está inconsciente, sin sedación farmacológica.
Cerati fue internado anteanoche en terapia intensiva del Fleni, uno de los más prestigiosos centros para tratamientos de patologías cerebrovasculares, después de un viaje de casi 8 horas desde Caracas.
Todo comenzó cuando el 16 de mayo, cuando finalizaba un concierto en Caracas, Cerati se desvaneció. Sus allegados pensaron que se trataba de un problema de presión, pero los médicos del sanatorio caraqueño La Trinidad informaron que había sufrido un infarto cerebral por obstrucción de la arteria carótida interna izquierda. El músico se encontraba en Venezuela presentando su último trabajo discográfico, Fuerza Natural .
Días después de su episodio cerebrovascular, Cerati fue intervenido quirúrgicamente para drenar la presión en el cráneo y el 24 se le practicó una traqueotomía "para un mejor manejo de las vías aéreas y para evitar lesiones a largo plazo".
Mientras estuvo internado en Caracas fue controlado diariamente a través de una resonancia magnética y una tomografía. La semana pasada, luego de varios días de una lenta pero efectiva evolución en el estado general del cantante, los médicos dieron luz verde para el traslado, que finalmente se concretó anteayer.
Según dijo a la prensa Mauricio Valacco, representante de la empresa de seguro médico que realizó el viaje a Buenos Aires, el músico afrontó "perfectamente bien" el traslado y arribó "en las mismas condiciones" sanitarias que tenía cuando salió.
La rehabilitación
Según los médicos del Fleni, cuando Cerati logre recobrar la conciencia comenzará un trabajo de rehabilitación -siempre a largo plazo, según los médicos- en la sede de Escobar, donde también se encuentra el futbolista paraguayo Salvador Cabañas, baleado en la cabeza en México.
A este centro también asiste otro rockero argentino, Gabriel Ruiz Díaz, integrante de Catupecu Machu, que sufrió graves lesiones debido a un accidente de tránsito que sufrió en abril de 2006. En ambos casos, tanto Ruiz Díaz como Cabañas, debieron aprender cuestiones propias de sus actividades específicas, como patear una pelota o tocar un instrumento. El Fleni anunció también que sólo se brindarán partes médicos cuando haya cambios en el estado de salud del rockero.
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TRATANDO DE ENTENDER UN POCO EL INFARTO CEREBRAL
Infarto, se dice cuando se tapa una arteria y la porcion que queda despues de eso no le llega nutrientes ni oxigeno, al decir extenso , no hace falta agregar mas, el infarto afecto a otra region ademas del cerebro que es el tronco cerebral secunadario.
Que es casi donde se una la medula con cerebro y la hipertension endocraneada, es el acumulo de liquido entre el cerebro y la caja craneana.
Donde hay liquido continuamente que sirve de amortiguador para que digamos flote el cerebro, pero si aumenta la presion este comprime al cerebro y eso da mucho dolor tanto que te deja inconsciente. Como esta ahora Gustavo es un estado Gravisimo .
Infarto Cerebral El aspecto macroscópico de un infarto no hemorrágico se modifica a lo largo del tiempo. Durante las seis primeras horas de lesión irreversible es poco lo que puede apreciarse macroscópicamente. A las 48 horas el tejido adquiere un aspecto pálido, blando y tumefacto, y la unión corticomedular deja de ser claramente identificable. Entre los dos y los diez días el cerebro adquiere una consistencia gelatinosa y friable, y el límite que hasta entonces era poco definido entre el tejido normal y el anormal se delimita con mayor claridad a medida que se resuelve el edema del tejido adyacente que ha sobrevivido. Entre los diez días y las tres semanas el tejido sufre una licuefacción y finalmente es eliminado, dejando una cavidad llena de líquido y revestida por un tejido de color gris oscuro, que se expande gradualmente a medida que se va eliminando el tejido muerto.
Microscópicamente, pasadas las primeras doce horas, predomina la alteración neuronal isquémica (neuronas rojas) y el edema. Se pierden las características de tinción habituales de las estructuras de la sustancia blanca y gris. Las células endoteliales y gliales, principalmente astrocitos, se hinchan, y las fibras mielinizadas empiezan a desintegrarse. Durante las primeras 48 horas aumenta progresivamente la emigración de los neutrófilos, para luego disminuir. Las células fagocíticas que tienen su origen en monocitos circulantes, histiocitos de la adventicia y microglía activada, son evidentes al llegar a las 48 horas y pasan a ser el tipo celular predominante en las dos o tres semanas siguientes.
Los macrófagos se llenan de productos de degradación de la mielina y/o sangre, y pueden persistir en la lesión durante meses o años. A medida que evoluciona el proceso de licuefacción y fagocitosis, los astrocitos de los bordes de la lesión aumentan progresivamente de tamaño, se dividen y desarrollan una amplia red de extensiones protoplasmáticas. Pueden observarse ya astrocitos reactivos una semana después de la lesión. Pasados varios meses, el notable aumento de tamaño nuclear y citoplasmático empieza a ceder. En la pared de la cavidad, las extensiones de los astrocitos forman una densa trama de fibras gliales mezcladas con nuevos capilares y algunas fibras de tejido conjuntivo perivascular. En la corteza cerebral la cavidad queda separada de las meninges y el espacio subaracnoideo de forma bien delimitada por una capa de tejido gliótico, que procede de la capa molecular de la corteza. La piamadre y la aracnoides no se ven afectadas y no intervienen en el proceso de cicatrización. A pesar de esta cronología, los signos de lesión isquémica de las células nerviosas y la glía, y la infiltración de células inflamatorias, son más variables que las que se observan en órganos inferiores (por ejemplo el corazón), lo cual hace que la dotación de las lesiones isquémicas del SNC según los datos histológicos resulte muy imprecisa.
El cuadro microscópico y su evolución en el infarto hemorrágico son paralelos a los del infarto isquémico, con la característica adicional de la extravasación y reabsorción hemática.
En los pacientes anticoagulados, los infartos hemorrágicos pueden asociarse a hematomas intracerebrales extensos. Los infartos venosos son con frecuencia hemorrágicos y pueden producirse después de una oclusión trombótica del seno sagital superior, en otros senos, o tras la oclusión de venas cerebrales profundas. El carcinoma, las infecciones localizadas u otros trastornos que dan lugar a un estado de hipercoagulabilidad colocan a los pacientes en una situación de riesgo de trombosis venosa e infarto.
Hemorragia hipertensiva pontina
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Infarto antiguo cavitado, del territorio central superficial de la arteria cerebral media izquierda
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Hemorragia cerebral masiva hipertensiva (en sitio típico: putámico. capsu
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Se conocen distintos tipos de isquemia a nivel cerebral: • Isquemia cerebral focal Es producto de una obstrucción arterial-trombótica o embólica, que habitualmente nunca es completa, ya que existe un llenado parcial por vasos colaterales más o menos importante. Esto hace que exista un área denominada penumbra isquémica, en la que si bien el flujo sanguíneo cerebral es menor al normal (22 ml/100g/min) aún se preserva la capacidad metabólica de las células neuronales. También permite conservar las neuronas, y si se supera la causa de la trombosis, recuperarlas. Ya pasado un tiempo (15-30 minutos) la lesión se hace irreversible y dependiendo de la extensión y localización de la isquemia focal va a dar, o no, sintomatología clínica, como así también puede presentar hallazgos, o no, en los análisis de imágenes complementarios. • Isquemia cerebral global Aparece cuando existe paro cardíaco, asistolia, o fibrilación ventricular. Si el tiempo de la isquemia cerebral se prolonga durante 10 segundos, habitualmente no hay recuperación de la conciencia y existe necrosis neuronal selectiva ya que las neuronas a nivel cerebral responden de diferente manera a la isquemia, tienen diferencia en la sensibilidad a la misma (como se mencionó en la descripción de anatomía patológica). • Hipoxemia cerebral difusa Puede deberse a una disminución de la tensión arterial, a falla de la contractilidad cardíaca o a una anemia severa. Habitualmente se acompaña de hipoxemia leve o moderada. Las lesiones no son irreversibles y se establecen mecanismos compensadores poco claros que evitan el daño cerebral isquémico.
Mecanismos íntimos que la lesión isquémica severa provoca sobre la neurona La disminución del flujo provoca disminución de oxígeno y de glucosa a nivel neuronal con caída del ATP Por un lado eso produce una falla de la homeostasis con aumento del ácido láctico, aumento de radicales libres y lesión glial. Por otro lado, a nivel neuronal se produce alteración de las membranas con despolarización, aumento del Na+ y el Cl- intracelular y aumento del K+ extracelular. También se va a producir un aumento del flujo de Ca++ hacia el interior de la célula a través de canales voltaje dependientes. Este Ca++ provoca daño de la membrana neuronal por peroxidación de los lípidos, produce aumento de las lipasas, del óxido nítrico sintetasa y de las proteasas que llevan a la proteólisis, al aumento de radicales libres y a la lipólisis. A su vez esta alteración y despolarización de las membranas provoca un aumento de la liberación de neurotransmisores como la noradrenalina y la dopamina, ocasionando un circuito de retroalimentación positiva, y llevando a la auto oxidación neuronal. La clave del Ca++ y su ingreso a la célula es lo que actualmente motiva a realizar muchos estudios para en un futuro, no muy lejano, utilizarlo como neuroprotector, ya que su estabilización intra y extra celular impediría actuar a los mecanismos lipolíticos y proteolíticos del daño celular.
Los movimientos hidroelectrolíticos van acompañados indefectiblemente de edemas. Estos pueden ser: • Edema intracelular o citotóxico: se da en la propia neurona. • Edema intersticial: se produce a nivel del endotelio vascular y por lo tanto el aumento de la permeabilidad endotelial permite el paso de macromoléculas proteicas al espacio intercelular. • Edema periventricular: refleja la obstrucción del flujo de salida del líquido cefalorraquídeo, como puede verse en la hemorragia intracerebral o en la subaracnoidea. Cuando ocurre un edema cerebral aumenta la tumefacción cerebral y el líquido intracerebral, con el consiguiente aumento de la presión endocraneana, produciendo mayor daño neurológico y muerte por enclavamiento. El enclavamiento es la causa de muerte en el 33% de los cuadros de ACV isquémicos y en el 75% de los cuadros de ACV hemorrágicos.
Edema cerebral Cerebro con circunvoluciones aplanadas y surcos estrechado
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Edema cerebral Hemisferio derecho tumefacto, sustancia blanca con leve tinte amarillento
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CUADRO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO Anamnesis Se ha de precisar el carácter temporal del déficit neurológico, ya que en general, los ictus embólicos y la HSA comienzan de forma brusca. Los trombóticos suelen tener esta presentación, pero es frecuente también un curso cambiante a lo largo de un plazo más dilatado de horas e incluso días. El HIC debido a hipertensión arterial produce un déficit firmemente progresivo desde el momento del inicio de los síntomas, por un período de minutos a horas. Según el tiempo de persistencia del déficit neurológico se establecen varias denominaciones: 1) ataque isquémico transitorio (AIT): duración inferior a 24 horas; 2) déficit neurológico isquémico reversible (RIND): mayor de 24 horas y menor de 7-14 días; 3) ictus establecido: persiste el déficit y se producen secuelas; y 4) ictus progresivo: el déficit aumenta durante las primeras horas. Hay que descartar mediante el interrogatorio la coexistencia de fiebre, antecedentes de traumatismo craneoencefálico y presencia de crisis comiciales. Existen circunstancias y síntomas acompañantes que orientan hacia la patología subyacente: 1) cefalea (hemorragia, tumor); 2) disminución del nivel de conciencia (hemorragia, isquemia basilar); 3) vértigo, náuseas, vómitos (hemorragia, isquemia basilar); y 4) relación con la maniobra de Valsalva, ejercicio físico intenso, y coito (HSA).
Examen Físico Exploración. Tras una rápida constatación clínica de la presencia de un déficit neurológico de perfil ictal, se debe proceder a realizar una exploración general, que incluya necesariamente la auscultación de ambas carótidas para detectar soplos y la palpación de las arterias temporales. También se realizará una rápida exclusión de signos clínicos de diátesis hemorrágica, proceso infeccioso, cardiopatía e hipoglucemia. A continuación se realizará una exploración neurológica reglada que evaluará las funciones superiores (conciencia, atención, orientación, memoria y lenguaje), los pares craneales, la potencia muscular, los reflejos osteotendinosos normales y patológicos, la sensibilidad (termo-algésica y posicional), el cerebelo, la estación y marcha, y los signos meníngeos (sugerentes de HSA). Con los datos que la misma nos facilite se podrá establecer un diagnóstico topográfico, que debe realizarse sobre dos grandes localizaciones: supra e infratentorial. Diagnóstico topográfico. Se realizará en dos tiempos, el primero para definir la localización de la lesión en el SNC, y el segundo para atribuir un territorio vascular a dicha lesión.en el SNC, y el segundo para atribuir un territorio vascular a dicha lesión.
Supratentorial. Los datos que más apoyan esta localización son la afasia, la agnosia, la apraxia y los defectos campimétricos (hemianopsia homónima)
Infratentorial. Sugieren fuetemente este nivel lesional, la ataxia cerebelosa, síndromes alternos con lesión de núcleos ipsilaterales y de vías largas cruzadas en el tronco del encéfalo, diplopía, disfagia, disartria,ageusia y alteración de la motilidad lingual. Signos menos valiosos. Hemiparesia (con o sin asimetría en la afectación braquiocrural), hemihipoestesia, síndrome de Horner, afectación asimétrica entre orbicular superior e inferior en la motilidad facial. Síndromes vasculares. Una vez orientado el diagnóstico topográfico es más sencillo realizar una correlación anátomo-vascular para inferir el posible territorio afectado, en función de dos entidades patológicas diferentes: Macroangiopatía. Se refiere a la lesión de vasos de calibre grande. En este caso se han de considerar las variaciones anatómicas individuales, la posible circulación colateral existente y la presencia o no de lesiones previas para establecer el territorio vascular afectado. Existen dos grandes divisiones: -Sistema carotídeo: irriga los lóbulos frontal y parietal, los nervios ópticos y la retina y parte del diencéfalo y del lóbulo temporal. -Sistema vértebro-basilar: irriga el cerebelo, tronco del encéfalo, lóbulo occipital y parte del diencéfalo y del lóbulo temporal. Microangiopatía. Abarca la afección de las arteriolas penetrantes que se originan de los grandes troncos vasculares. En el 66% de los casos la causa es la lipohialinosis de las mismas como consecuencia de hipertensión arterial mantenida. Esta entidad da origen a los infartos lacunares, que pueden ser clínicamente silentes o presentar características asociaciones en función de la topografía lesional: 1) hemiparesia pura (57%): brazo anterior y rodilla de la cápsula interna y corona radiata; 2) síndrome sensitivo-motor (20%): brazo anterior de cápsula interna y corona radiata; 3) ataxia-hemiparesia (10%): trayecto de la vía motora; 4) hemihipoestesia pura (7%): tálamo, brazo anterior de cápsula interna; y 5) disartria-mano torpe (6%): brazo anterior y rodilla de la cápsula interna, corona radiata y centros semiovales. Evaluación de la gravedad del ictus. La gran diversidad de escalas de valoración del accidente cerebrovascular (Barthel, Orgogozo, Canadiense, Pulses), indica la dificultad de obtener un consenso sobre la forma de cuantificar los déficit neurológicos y las consecuencias que de ellos se originan en la vida del paciente. En general existen dos tipos de escalas: las neurológicas y las funcionales. Las primeras proporcionan una valoración sistemática del estado del enfermo en el período agudo y cuantifican la gravedad de la afectación clínica del paciente. Sin embargo, no se han revelado útiles como indicadores de pronóstico y evolución, prefiriéndose para ello las medidas basadas en el estado funcional del individuo, en términos de capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Con las limitaciones referidas y de una forma orientativa podemos aplicar simultáneamente ambos criterios a la hora de considerar la gravedad del ictus, con objeto de definir el grado de asistencia médica que requiera el paciente: 1) grave: alteración del nivel de conciencia o de la conexión con el medio, incontinencia, disfagia, combinación de déficit que indican extensa lesión parenquimatosa (plejía, hemianopsia, desviación oculocefálica, anestesia, asomatognosia, afasia, ataxia); 2) moderado: limitación relativa en alguno de los aspectos fundamentales de independencia y autocuidado (alimentación, control de esfínteres, deambulación, comunicación, paresia); y 3) leve: déficit neurológico que no interfiere con la capacidad de vida independiente (paresia facial, diplopía, mínima paresia, cuadrantopsias). Exploraciones Complementarias En primer lugar debe realizarse en forma rutinaria un hemograma, bioquímica sanguínea, radiografía de tórax, electrocardiograma y estudio de coagulación, que completarán la evaluación clínica general y pueden facilitar pistas decisivas en relación con el diagnóstico etiológico.
SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS ORIENTADORES DE LA ENFERMEDAD CEREBRO VASCULAR
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Déficit motor |
Otras disfunciones corticales (amnesia, agnosia, praxia, confusión, demencia) |
Cefalea |
Déficit sensitivo |
Nauseas y vómitos |
Déficit motor y sensitivo |
Signos meníngeos |
Otras alteraciones motoras (ataxia, incoordinación, temblor) |
Vértigo, mareos Crisis epilépticas |
Otros Babinski, signos de descerebración o decorticación |
Alteraciones del lenguaje |
Compromiso de conciencia |
SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS ORIENTADORES DE ISQUEMIA EN LA CIRCULACIÓN ANTERIOR
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Arteria oftálmica |
la lesión |
Déficit sensitivo contralateral |
Ceguera monocular |
incontinencia |
Afasia (hemisferio izquierdo) |
Arteria cerebral anterior |
Bradikinesia |
Hemianopsia |
Paresia contralateral |
Mutismo akinético, abulia |
Desviación oculocefálica hacia el lado de la lesión |
(pierna.....> brazo, cara) |
Arteria cerebral media |
Apraxia (hemisferio izquierdo) |
Déficit sensitivo contralateral |
Hemiplejia contralateral (cara, brazo ......> pierna) |
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Desviación ocular hacia el lado de |
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SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS ORIENTADORES DE ISQUEMIA EN LA CIRCULACIÓN POSTERIOR
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Vértigo |
Alteraciones visuales |
Síndromes alternos. |
Ataxia de la marcha |
Disfagia |
Paraparesia |
Paraparesia |
Nistagmus |
Hemianopsia |
Diplopía |
Parálisis mirada vertical |
Disartria |
Parestesias |
Oftalmoplejía internuclear |
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SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS ORIENTADORES DE HEMORRAGIA CEREBRAL HIPERTENSIVA
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Hemorragia Putaminal (localización más frecuente) |
Hemorragia Talámica |
Pupilas pequeñas, nistagus |
Postura de descerebración |
Defecto hemisensitivo |
V y VII Par ipsilateral |
Hemorragia Lobar |
Hemiplejia |
Hemiparesia |
Compromiso de conciencia |
Occipital: Hemianopsia |
Defecto hemisensitivo |
Paralisis mirada hacia arriba |
Hemorragia Pontina |
Temporal: Afasia |
Hemianopsia homónima |
Afasia fluente (en lesiones izquierdas) |
Coma |
Fronto-parietal: Síndrome hemisensitivo - motor |
Pupilas puntiformes |
Desviación de la mirada hacia lado lesión |
Compromiso de conciencia |
Ausencia de reflejos oculocefálicos y oculovestibulares |
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Afasia global transitoria (en lesiones izquierdas) |
Hemorragia Cerebelosa |
Cefalea, vomitos, ataxia |
Tetraplejia |
SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS ORIENTADORES DE HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA |
Cefalea |
Fotofobia |
Babinski bilateral |
Vómitos |
Dorsolumbalgia |
Hemiparesia |
Síndrome meníngeo |
Confusión mental |
Afasia |
Compromiso de conciencia |
Paresia Crural |
Hemianopsia homónima |
Tomografía computarizada cerebral (TAC). Se ha convertido en una prueba de fácil acceso, aunque sólo proporciona información útil para el manejo del enfermo en algo menos de una tercera parte de los casos (28%). Debe considerarse especialmente en los siguientes casos: 1) posibilidad de infarto o hemorragia cerebelosa; 2) exclusión de sangrado en situaciones relevantes (pacientes con indicación o en tratamiento con anticoagulantes, candidatos a endarterectomía); y 3) dudas sobre la certeza diagnóstica. Respecto a las cuatro entidades agrupadas en el síndrome ictal, la TAC nos aporta la siguiente información:
Isquemia cerebral (embolia o trombosis). En este caso puede ser normal hasta las primeras 24 horas, por lo que el diagnóstico clínico cobra la máxima importancia. Se aprecia en fase aguda una hipodensidad superponible al territorio vascular afecto, que puede ejercer efecto de masa por el edema perilesional u ocasionalmente sufrir transformación hemorrágica. Con el tiempo se produce transformación quística de la zona con efecto de tracción sobre los ventrículos. La TAC puede mostrar pequeñas lesiones hipodensas, características de los infartos lacunares. Su valor en los AIT todavía no está definido, debiendo realizarse una evaluación individual de cada caso.
Hematoma cerebral. Detecta el 100% en la fase aguda, en la que aparece como lesión hiperdensa, homogénea, intraparenquimatosa, con eventual extensión al sistema ventricular, efecto masa o edema asociado. La lesión se vuelve isodensa en 3 a 4 semanas y posteriormente hipodensa, asemejándose a una lesión isquémica residual. Si se sospecha patología tumoral subyacente, debe realizarse un estudio con contraste. Hemorragia subaracnoidea. El 80% de las veces detecta la sangre en las cisternas o surcos cerebrales durante la primera semana. En ocasiones puede localizar el punto sangrante (aneurisma, malformación arteriovenosa) tras la administración de contraste.
Otros. Permite descartar tumores, abscesos y hematomas subdurales. Por otra parte esclarece algunas de las complicaciones neurológicas de la evolución de los ictus: edema cerebral y herniación transtentorial, nuevo impacto isquémico, transformación hemorrágica de ictus isquémico, resangrado, hidrocefalia e infarto por vasoespasmo en la HSA. Resonancia Magnética Nuclear (RMN). Es el estudio de elección para ver lesiones de fosa posterior y de pequeños vasos Punción Lumbar (PL). Su rentabilidad diagnóstica se centra en la infección del SNC cuando remeda un perfil ictal y en la detección de una HSA, en los casos de alta sospecha clínica, con TAC normal. El líquido cefalorraquídeo (LCR) en la HSA persiste igualmente hemático en tubos sucesivos, presenta un sobrenadante amarillento tras la centrifugación (xantocromía), discreta pleocitosis mononuclear y aumento leve de proteínas, lo que ayuda a diferenciarla de la PL traumática.
Doppler. Define si la carótida está estenosada (porcentaje de estenosis), si está trombosada, y el aspecto de las paredes arteriales. El doppler debe ser realizado por gente con experiencia y no sirve para definir si la carótida está ocluída o trombosada. Generalmente esto se definirá con otro estudio, que es la angiografía digital. Angiografía. Debe realizarse lo más precozmente posible en los casos de HSA. Es el mejor método para la detección de aneurismas y malformaciones arteriovenosas. Se usa tambien para la evaluación de la estenosis carotídea extracraneal, susceptible de cirugía.
Lo más útil de esta escala es saber cuando el paciente se encuentra en condiciones quirúrgicas. Los pacientes que se encuentran en los grados I y II son los únicos que hay que tratar quirúrgicamente en forma inmediata para que no sufran complicaciones. En los pacientes que se encuentran en grados IV y V es mayor el riesgo de la angiografía y el riesgo quirúrgico, hay que esperar que se establezca el cuadro y recién ahí prepararlo para estudio y/o tratamiento quirúrgico. Para los pacientes que se encuentran en grado III depende de la evaluación del neurocirujano.
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INSTRUMENTOS DE DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD CEREBRO VASCULAR
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a) Clínica |
d) Elecrocardiograma |
g) Doppler o Angiografía por resonancia o Angiograía digital |
b) TAC |
e) Ecocardiograma |
c) Laboratorio |
f) RMN |
INSTRUMENTOS DE DIAGNÓSTICO DE LA HEMORRAGIA CEREBRAL HIPERTENSIVA |
a) Clínica |
b) TAC |
c) Laboratorio |
INSTRUMENTOS DE DIAGNÓSTICO DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA |
a) Clínica |
Grado II |
Grado IV |
b) TAC |
Cefalea moderada a severa |
Sopor o coma superficial |
c) Laboratorio |
Síndrome meníngeo |
Hemiparesia moderada a severa |
d) Angiografía digital |
Sin déficit neurológico, salvo parálisis nervio craneal |
Rigidez de descerebración |
e) Escala clínica de Hunt y Hess: |
Grado III |
Alteraciones neurovegetativas |
Grado I |
Somnolencia, confusión, déficit focal leve |
Grado V |
Asintomático |
Coma profundo |
Cefalea y síndrome meníngeo leve |
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES DE LA ENFERMEDAD CEREBRO VASCULAR
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Neoplasia |
Meningitis |
Embolias sépticas |
Hematoma subdural |
Esclerosis múltiple |
Migrañas |
Absceso |
Hipoglucemias |
Lesiones estructurales |
Encefalitis |
Síncope |
COMPLICACIONES DE LA ENFERMEDAD CEREBRO VASCULAR |
Cerebrales |
Factores Sistémicos |
Edema citotóxico herniación |
Cardíacos Arritmias / Infarto del miocardio / Insuficiencia cardiaca congestiva |
Recurrencia del ACV Envolismo / Trombosis progresiva / Hipoperfusión |
Fluctuación del déficit primario |
Pulmonares Neumonía por aspiración / Embolismo pulmonar Septicemia |
Transformación en hemorrágico |
Convulsiones |
Metabólicas Alteraciones hidroelectrolíticas / Hipoglucemia Renales |
Síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética |
COMPLICACIONES DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA
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Resangrado |
Cardiológicas |
Hipertensión arterial |
Vasoespasmo |
Hipertensión endocraneana |
Hidrocefalia |
SIHAD |
TRATAMIENTO DEL ACV • Anamnesis y examen clínico neurológico • TAC de cerebro sin contraste (si es negativa y hay fuerte sospecha de ACV, repetir dentro de las 72 horas) • ECG y evaluación cardiológica • RX de tórax • Laboratorio mínimo inicial: hemograma, glucemia, uremia, recuento de plaquetas, tiempo de protrombina, KPTT, natremia y potasemia (otras determinaciones según sugiera el cuadro clínico) • Asegurar vía aérea permeable y corregir la hipoxia • Asegurar el aporte de líquidos adecuados, usando la vía parenteral sólo en los casos necesarios (trastornos de conciencia o deglutorios) y evitando la colocación en el miembro parético. El manejo de fluidos y electrólitos debe ser individualizado en relación con el estado metabólico, nutricional, cardiovascular y del medio interno del paciente. Se debe evitar el aporte excesivo y sistemático de soluciones glucosadas o hipotónicas, utilizando en su lugar soluciones medio salinas. • La posición cefálica debe adaptarse en cada circunstancia: elevándola a 30Þ si se sospecha hipertensión endocraneana, o sin elevación cuando se sospecha trombosis de una gran arteria. •La colocación de sonda vesical debe reservarse para aquellos pacientes que presentan retención urinaria o a las mujeres con incontinencia. En el caso de los hombres que presentan incontinencia se aconseja la colocación del colector. • La sonda nasoyeyunal debe recomendarse para pacientes con trastornos de conciencia. • La hipertensión arterial es un mecanismo de defensa, por fenómeno de rebote. El cerebro necesita en ese momento tener más alta la presión, por eso no se debe disminuir la tensión arterial, manteniéndola dentro de un rango (130 a 220 mm Hg de TA sistólica), siempre que no haya lesión de un órgano blanco. • La ventana terapéutica que se tiene es menor a 6 horas. Se dan fibrinolíticos como la uroquinasa y el PTA. La estreptoquinasa se dejó de utilizar por las hemorragias que causaba. Uroquinasa: vía intraarterial selectiva, se le hace al paciente un cateterismo, se llega al stroke y se le inyecta la uroquinasa. PTA: se da por vía intraarterial e intravenosa (hay una ventana de 3 horas. Se utilizan dosis de 0,9 mg/kg con dosis máxima de 900 mg, y se inyecta el 10% en bolo y el 90% restante se pasa en una hora, diluido en fisiológico). Hay criterios de inclusión y exclusión para hacer esto. Paciente que no esté muy afectado, esto significa que si tiene afectada toda la arteria cerebral media o todo el territorio carotídeo no es candidato para esta terapéutica, porque utilizándola es mayor el daño que se puede causar, que lo que se puede salvar. • Hay escalas de evaluación de los pacientes en agudo (Escala de Lena-Leich). • Hay criterios radiológicos de exclusión: si se ve una TAC con signos tempranos de edema (menor a 3 horas de evolución) paciente que no es candidato de fibrinólisis, porque el infarto va a ser más grande. • Los neuroprotectores se usan para prolongar la ventana terapéutica. No hay ningún neuroprotector aprobado (están en etapa de experimentación). La nimodipina se utiliza en ACV de menos de 12 horas de evolución en dosis de 120 mg. No suministrar la nimodipina en forma crónica. • Al paciente con patología cardioembólica se lo debe anticoagular. Por ejemplo, paciente con F.A. se lo anticoagula en agudo excepto que el paciente tenga deterioro del sensorio o que tenga signos radiológicos de infarto muy extenso. Se debe iniciar la anticoagulación con heparina IV o subcutánea (dosis recomendada 5.000 u cada 12 horas) sin bolo inicial, ya que con el bolo se favorece la transformación hemorrágica. Se controla con KPTT. Si el paciente tiene indicación de anticoagulantes orales debe mantener un RIN de 2,5 para no tener hemorragia. Hay que controlar la presión de estos pacientes. El miedo de anticoagular a los pacientes es la transformación hemorrágica. Los infartos embólicos son los que más frecuentemente tienen transformación hemorrágica espontánea. Es importante que el paciente no se pase del rango de anticoagulación y no esté hipertenso. Si no se controlan, se puede provocar un hematoma intrainfarto, no ya una transformación hemorrágica. Esto sí es grave porque empeora el estado clínico. La transformación hemorrágica no empeora el cuadro del paciente. • Paciente que no tiene indicación de anticoagulación, se lo antiagrega con 300 mg de AAS por día, o con 500 mg de ticlopidina por día (se controla con hemogramas cada 15 días durante los tres primeros meses por la neutropenia que produce la droga), o con 75 mg de clopidogrel por día (no hace falta hacer hemogramas), o con dipiridamol asociado a aspirina. • Debe evitarse la sedación innecesaria. • Se recomienda el uso de antipiréticos para el manejo de la hipertermia. • Las crisis convulsivas son infrecuentes, por tal motivo no se justifica la medicación anticonvulsiva en forma preventiva. • El edema cerebral en un infarto se inicia en las primeras horas, alcanzando su máxima intensidad entre las 24 y 96 horas. En un comienzo es de tipo citotóxico y luego se hace vasogénico. Lo más usado es el Manitol al 15%, en dosis de 1g/kg/dosis, en 20-30 minutos, cada 4 horas, controlando los electrólitos plasmáticos y la creatininemia. • Se debe examinar regularmente las áreas de presión de la piel rotando al paciente cada 2 horas o utilizando colchones neumáticos o de agua. Se debe evitar prolongar el decúbito del lado parético en función de la hipoventilación. • La kinesioterapia debe iniciarse lo antes posible si el estado del paciente lo permite, incluyendo la parte respiratoria para evitar complicaciones.
Tratamiento de hemorragias intracraneales Todas se deben a patología de pequeños vasos por hipertenhipertensión arterial. Por ese motivo se debe controlar la presión arterial, excepto en caso de hemorragias lobares, cuando se requiere un estudio más profundo por ser atípicas y porque no se producen por hipertensión arterial. Tratamiento de hemorragias subaracnoideas • A los pacientes hay que controlarles la presión arterial. Si se hipotensa, puede conducir a un mayor vasoespasmo y aumentar el riesgo de isquemia. Si el paciente está muy hipertenso aumenta el riesgo de hemorragia. Se debe mantener al paciente en una presión mínima adecuada. • Analgésicos: se dan a los pacientes con mucho dolor. • Sedantes: se dan si es necesario. Se recomienda tener al paciente tranquilo en una habitación solo. • Evitar la constipación por el aumento de la presión intracraneana. • Antagonistas de los canales de Ca++: nimodipina es el único que demostró ser efectivo en el tratamiento de vasoespasmo, dosis 60 mg cada 4 horas vía oral. • Anticonvulsivos en forma preventiva, porque si el paciente llega a tener una convulsión, probablemente vuelva a sangrar el aneurisma. Se hace dosis de carga de Fenitoína con 20 mg/kg de peso y luego dosis de mantenimiento, que es de 300 mg/día. Todo esto hasta que el paciente se pueda estudiar por medio de la angiografía y luego realizarle el tratamiento correspondiente. Puede ser cirugía convencional a cielo abierto (por lo general es un clipado del aneurisma), o por los métodos endovasculares de embolización. Una vez que el aneurisma ha sido clipado se puede hipertensar al paciente para evitar el vasoespasmo. Pronóstico Funcional. Hasta las primeras veinticuatro horas es muy difícil prever las posibilidades de recuperación del déficit neurológico. El pronóstico es mejor en pacientes jóvenes y con déficit leves. Vital. El ictus con déficit clínico importante pone en serio riesgo la vida del paciente, tanto por las complicaciones neurológicas (primeras 48 a 72 horas) como extraneurológicas: tromboembolismo pulmonar, neumonía, hemorragia digestiva e insuficiencia cardíaca o renal. - Ictus isquémico. La mortalidad en los primeros 30 días es del 20 al 30% en los ictus graves. El pronóstico empeora en pacientes de edad avanzada, diabéticos e hipertensos. - Hematoma cerebral. La mortalidad en el primer mes es del 30 al 40%. Tienen peor pronóstico los casos de gran tamaño con efecto de masa sobre línea media, deterioro del nivel de conciencia, localización putaminal o invasión intraventricular. - Hemorragia subaracnoidea. La HSA espontánea tiene una mortalidad del 55%, verificándose el fallecimiento en los primeros minutos hasta en una tercera parte de los casos. De los pacientes diagnosticados en un medio hospitalario, fallecen hasta un 30% del total. La disminución del nivel de conciencia, edad avanzada, hipertensión arterial, aneurismas con diámetro mayor de 9 mm y presencia de hemorragias intraoculares subhialoideas empeoran el pronóstico en forma general. Existen tres complicaciones serias, cuya aparición modifica negativamente el pronóstico: - Espasmo vascular, según criterios arteriográficos. Se atribuye al efecto vasoactivo de sustancias liberadas en el LCR por el sangrado. Sucede en el 25 al 30% de los casos entre los días 4 a 14 con un máximo a los 7 días, pudiendo predecirse la localización y gravedad del mismo en función de la distribución de la sangre en la TAC. - Resangrado, hasta un 20% en las dos primeras semanas, con un pico máximo en las primeras 24 a 48 horas. Es responsable del fallecimiento del 30 al 85% de los casos, según las series. - Hidrocefalia por bloqueo secundario de las vías de circulación del LCR. Se presenta en un 7% de los casos. Numerosos trabajos científicos han demostrado que la mayor parte del daño se produce en forma rápida durante el tiempo que sigue al ataque cerebral. Este período, de aproximadamente 6 horas, es clave en la instalación de tratamientos dirigidos a disminuir la magnitud del daño cerebral, y de esta manera mejorar el pronóstico. La posibilidad de implementar en forma urgente tratamientos efectivos, ha llevado a denominar a este lapso como la ventana terapéutica. Ejemplo de estudio relativo a este tema es el del NINDS (National Institute of Neurological Disorders and Stroke, de Toronto, Canadá), que tomó en forma aleatoria y controlada pacientes que fueron medicados con activador tisular recombinante de plasminógeno dentro de las 3 horas de producido el ACV. Los resultados demostraron un aumento absoluto del 11 al 13% en la posibilidad de mínima incapacidad o ausencia de discapacidad a los tres meses en el grupo que recibió la droga. El grupo tratado, sin embargo, presentó diez veces más hemorragia intracraneal sintomática temprana (6,4% vs. 0,6%) y aumento en la mortalidad a 36 horas, aunque se diferencia en la mortalidad a los tres meses. Esto puso de manifiesto la importancia de comunicar a los familiares del enfermo la posibilidad de elección y de asumir los riesgos tempranos relacionados con el tratamiento y los riesgos tardíos derivados de su ausencia.
Prevención Se han realizado diferentes estudios (SALT, UKTIA, DUTCH, SPIRIT 3000, ACKERMAN, ESPS, ESPS 2, CATS, TASS, CAPRIE) en los que se compararon a la aspirina (AAS) en baja y alta dosis con el dipiridamol, ticlopidina, clopidogrel, y coumadin para ver cuál era más efectivo, tanto para la prevención primaria como para la secundaria. Se justifica la prevención primaria en pacientes con estenosis carotídea asintomática de mayor riesgo (mayor del 80%, progresiva, hipoflujo hemisférico), mientras no se indique cirugía, y en pacientes mayores con factores de riesgo e infartos silentes. El dipiridamol debe utilizarse junto al AAS para reducir el riesgo de padecer ACV. Esta asociación produce 8,5% de hemorragias gastrointestinales y es un efecto adverso que hay que tener en cuenta. La ticlopidina es útil tanto en la prevención del accidente isquémico transitorio como de la recidiva del ACV. Como efecto adverso de importancia tiene el rash, cuadros diarreicos y neutropenia severa. Su asociación con la aspirina trae ciertas ventajas ya que tienen diferentes mecanismos de acción. Su unión prolonga marcadamente el tiempo de sangría, también reduce la trombosis luego de la colocación de stent coronario y se usa por tres o cuatro semanas evitando de esta manera los efectos nocivos que produce cuando se lo emplea por tiempo prolongado. El clopidogrel es un nuevo agente antitrombótico, es de la misma familia clínica que la ticlopidina. Es un inhibidor potente y específico, y actúa uniéndose a los sitios de recepción del ADP. Este es un agente inhibidor más importante que la propia aspirina. El clopidogrel y la aspirina ejercen sus acciones por diferentes mecanismos, y se sospecha desde un principio que pueden tener efectos clínicos diferentes en cuanto a seguridad y eficacia. La unión de clopidogrel y la aspirina es de alta expectativa como potencialidad de utilidad clínica. El clopidogrel adicionó una reducción mayor del riesgo en comparación de los pacientes tratados con aspirina solamente. Sus efectos adversos más importantes son el rash y los cuadros diarreicos, ya que el sangrado fue más frecuente en el grupo aspirina.
La prevención secundaria se realiza con:
- Aspirina, primera opción, dosis media, 300-600 mg/día - Dipiridamol, útil sólo asociado a aspirina - Ticlopidina, se utiliza en recidiva de eventos isquémicos, en las mujeres que tienen contraindicación de tomar aspirina o resistencia a la misma - Clopidogrel, reemplazará a la ticlopidina, por costo beneficio en relación con la aspirina. - Aspirina + ticlopidina, se utiliza en post cirugía y post stent - Aspirina + clopidogrel, probablemente demuestren una alta eficacia clínica. El tratamiento a elegir va a depender del tipo de ACV y de sus complicaciones hemorrágicas. Siempre es preferible la prevención, ya que el ACV ocurre con crueldad repentina y cuando no es fatal, puede carcomer las reservas físicas, anímicas y financieras del paciente, de su familia y de la comunidad. CONCLUSIÓN Esta patología afecta anualmente a más de 80.000 argentinos. Aproximadamente un tercio de esas personas mueren a causa de este problema y otras miles quedan con secuelas durante toda su vida. Como es sabido, la mayor parte del daño cerebral se produce en las horas inmediatas posteriores al episodio, y este es el momento de actuar, durante la ventana terapéutica, para tratar de atenuar el pronóstico, hoy ominoso, de este cuadro. Sobre la base del objetivo planteado para el presente trabajo, es opinión de los autores que para que el paciente consulte en forma temprana a un centro asistencial, debe saber cuáles son los síntomas premonitorios que pueden hacer pensar en la existencia próxima de un cuadro vascular. Esto le permitiría al paciente realizar una consulta precoz que disminuiría sustancialmente las cifras de dicha enfermedad. En general las personas desconocen los síntomas de esta enfermedad a diferencia de los del ataque cardíaco. Por este motivo se sugiere que se divulgue ampliamente la “Guía de Prevención de Stroke para Pacientes”, publicada por la Stroke Association (de EE.UU.) Adicionalmente, también resultará útil realizar catastros poblacionales permanentes para pesquisar pacientes que desconocen que se encuentran comprendidos dentro de la población de riesgo, tal como se hace con la diabetes. Consideramos que los factores de riesgo que inciden en el ACV pueden ser modificados por el médico, y son un llamado de atención para cambiar de actitud con respecto al paciente. Como dice el Prof. Dr. Francisco Maglio, “tenemos que cambiar la medicina asistencial por una medicina preventiva”. Éste es nuestro desafío. |
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GUÍA DE PREVENCIÓN DE STROKE PARA PACIENTES
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1. Conozca su presión arterial, por lo menos una vez al año. Si es alta, debe controlarla con su médico |
6- Si tiene diabetes, siga las instrucciones de su médico |
2- Busque si tiene fibrilación auricular, que aumenta la formación de trombos, potenciales causantes de stroke. |
7- Haga ejercicios diariamente |
3- Si fuma, pare |
8- Coma con poca sal y sin grasas |
4- Si bebe, hágalo moderadamente |
9- Pregúntele a su médico si tiene problemas vasculares que aumenten el riesgo de ACV |
5- Controle su colesterol |
10- Si tiene signos de ACV, inclusive debilidad en cara o miembros, mareos, visión borrosa o cefaleas, busque ayuda médica inmediatamente, ya sea en un centro de salud primaria o en un establecimiento de alta complejidad |
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