Cuando estés en silencio callado cerrando los ojos, fingiendo dormido, yo seré el silencio de tus callares; ni un atisbo de brisa te turbe, ni un lejano suspiro interrumpa ese coloquio callado sólo nuestro; donde sigilosas se mueven las sombras siguiendo el ritmo de la ensoñación. Silencio de vida plena de latidos besos callados que son juramentos. Palpitar cadencia, suave vaivén… si estás en silencio, es que estás conmigo yo, tu recuerdo… yo, tu latir, tu cuenco de agua… serena quietud. Cuando me llamas dentro del silencio tu cuerpo me quiere a su lado para vivir juntos esa ensoñación, es un silencio sólo nuestro, con latidos de placer. Este es, amor, mi juramento: “seré silencio en tu vida aún después del silencio”.