Dieta de proteinas
La dieta proteica o dieta de proteinas persigue perder muchos kilos en un corto período de tiempo. Es de las dietas disociativas, es decir, que no mezcla mientras estás realizándola grupos de alimentos. En concreto, la dieta de proteínas nos dice que podemos comer sólo carne (además, toda la que queramos) y perderemos peso igualmente. ¿Donde está el truco? Lo primero, es que la carne es un alimento que nos sacia o, mejor dicho, nos da sensación de saciedad mucho antes que comiendo otros alimentos. Lo más típico es comer carne (pollo, ternera, cerdo, cordero… en hamburguesas, filetes, fiambres…) pero tambien se pueden consumir proteínas en forma de marisco, pescado o cualquier tipo de lácteo. En segundo lugar y el motivo principal por el que podemos adelgazar con la dieta de proteínas es más largo de explicar, pero lo podemos decir de la siguiente manera: digamos que la gasolina del cuerpo son las grasas, y que para funcionar, cada vez que necesita gasolina, coge de sus reservas. Ahora bien, por decirlo de alguna manera, la gasolina que le sale más barata es la que extrae de los hidratos de carbono, pero ¿qué pasa si con nuestra dieta de proteínas no le estamos dando al cuerpo hidratos? Lo has adivinado, cogerá combustible de lo que tenga a mano, y eso son las proteínas. La diferencia es que se queman muchas más calorías “obteniendo combustible” de las proteínas que de los hidratos de carbono, de ahí que con esta dieta se pueda adelgazar de manera rápida en poco tiempo, el gasto calórico es mayor mientras sólo le demos al cuerpo proteínas. Ahora bien, como ya sabe todo el mundo, una dieta no es milagrosa, siempre hay que acompañarla con algo de ejercicio físico, aunque sea andar a paso rápido veinte minutos al día. Los más asiduos a esta dieta la defienden afirmando incluso que es muy buena para eliminar celulitis. Hasta aquí está explicada la dieta proteica y parece todo como de cuento de hadas, pero también tiene sus inconvenientes. Lo más peligroso es que hacer esta dieta de manera prolongada provoca mucho sufrimiento al hígado, y cómo se fastidie el hígado lo tienes mal… así que es muy importante beber mucho agua al día, más de los dos litros recomendados. Si quieres probar qué resultados te da la dieta proteica por tu cuenta (aunque no lo recomiendo para nada), no la hagas durante más de una o dos semanas, a partir de ese tiempo ve a tu dietista para que te siga con una analítica y controles correspondientes.
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