Edición| fibromialgia.nom.es
Los enfermos de fibromialgia al ser diagnosticados de esta enfermedad pasamos no solamente de ser enfermos sino a encontrarnos sumergidos en un verdadero problema social. Empezamos a entrar en un circulo totalmente consolidado y que heredamos de forma impasible quedando atrás una persona completamente integrada, luchadora y trabajadora. Aparte del miedo a la enfermedad vemos aterrorizados de una forma automática heredamos una problemática que aun empeora más nuestra salud, porque son barreras invisibles que no hemos creado nosotros sino nuestro entorno. Opiniones médicas anquilosadas en el pasado, juicios paralelos por la ignorancia de nuestra realidad, asociacionismo en su mayoria complaciente con quien más nos debria ayudar y menos lo hace aceptando migajas que nos alejan de los verdaderos objetivos y necesidades que debemos perseguir.
Intereses económicos, por parte privada y de la pública.
Soledad al gritar nuestra deseperación y encontrarnos una vez tras otra con puertas cerradas.
Aislamiento de tu entorno porque al bajar tu marcha entorpeces el ritmo de los demas y no existe tiempo para escuchar sufrimientos en esta sociedad en el que el tiempo es oro y una persona enferma deja de ser persona por no poder ser productiva.
El enfermo de fibromialgia es un ser anulado por tanto impedimento incapaz de luchar contra tanta barrera, se convierte en un ser totalmente vencido doblegado y sin ilusión para seguir e integrarse en la sociedad.
Nos llega de forma inexorable el camino de no retorno a la depresión porque quien puede aguantar tanta presión? Enfermo y aislado por múltiples factores sociales.
A que enfermo se le da este trato?
Paremonos y reflexionemos nada de lo que hacemos está exento de consecuencias y quien lo sufre son seres humanos débiles y enfermos, cansados de sacar fuerzas de donde no las tenemos.
Dejemos de luchar contra actitudes negativas que nos enferman más; seamos constructores de nuestro propio futuro, neguemos lo que nos hace daño y empecemos a tomar las riendas de nuestro destino.
Debemos dejar de ser victimas, nos han quitado la voz, la seguridad para opinar, para decidir y creemos opciones válidas que nos asguren un bienestar pero debemos tener claro que para conseguir esto tenemos que ser nosotros los que tenmos que encontrar la llave de nuestra prisión, quien la tiene nunca nos la dará porque su situación hoy por hoy es de total privilegio.
Un abrazo a todos.
En especial a Pepi Marín(presidenta de la asociación de fibromialgia y fatiga crónica de Eivissa y Formentera)
"Sí, nos llaman cuentistas. Eso duele. Pero también nos hacen daño otras cosas. Duele la incomprensión de los profesionales de la sanidad. Eso duele más que el dolor. La falta de comprensión de los médicos, tando de la sanidad pública como de la privada, es un mal más cruel que el dolor. Y digo la privada porque en ella también hay médicos que no la entienden.
Los médicos cada día están más deshumanizados. Vas a la consulta y están más pendientes del ordenador que de lo que les dice el paciente. De toda la vida el diagnóstico ha sido clínico, tras el reconocimiento y seguimiento del profesional al paciente. Hoy, si no hay una análitica que avale ese sufrimiento, no cree al afectado. Ése es el problema. Habría que replantearse algunas cosas. Los gestores de la sanidad tendrían que pensar un poquito más en el ser humano.
El médico te da una palmadita en el hombro diciéndote que no pasa nada. No te dan un informe en condiciones, no te hacen el seguimiento adecuado. No te apoyan. Por eso nos tenemos que ir fuera. Pero no todos, sólo algunos profesionales, que yo ahora tengo una doctora estupenda, joven, con nuevas ideas y que cree en la enfermedad"
Extraido de la entrevista hecha con fecha el 26 de mayo del 2007