TE BANCOOOOOO ARGENTINA, PORQUE TE LLEVO EN EL ALMA, EN EL CORAZON, ESTOY TRISTE COMO VOS PERO NO TE DEJO SOLO, ACA ESTOY CON VOS!!!!

ARGENTINA SOS UN CAMPEÓN IGUAL, PORQUE A PESAR DE TODO LLEGASTE HASTA ACÁ !! TE BANCAMOS TODO EL MUNDIAL Y POR ESTA DERROTA NO TE VAMOS A ABANDONAR!!!! FUISTE SUPERIOR POR EL ALMA QUE LLEVAS, JUGADORES, TECNICOS Y TODOS LOS HINCHAS QUE NO DEJAMOS DE PUTEAR!! PERO ALEMANIA NOS JURÓ QUE NOS IBAN A APLASTAR!!, QUE SE META...N EL TRIUNFO DONDE MEJOR LES VA.... VAMOS ARGENTINA NO TE DEJAMOS DE BANCAR!!

 

 

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♥´´¯`•.¸¸.☆¸.♥´´¯`•.orgullosa de ser ARGENTINA CARAJOOOOOOOOOOOOOOOO.

 

La ilusión terminó para Argentina. El sueño de levantar la Copa después de 24 años otra vez, de la mano de Diego Maradona, pasó a la historia. Alemania le propinó un duro golpe a la Selección porque en un partido trascendental dejó expuestas al máximo las flaquezas defensivas que el conjunto argentino disimuló en anteriores presentaciones gracias al inmejorable maquillaje que otorga siempre los resultados positivos.
 
Pero vayamos por partes. ¿Cómo se puede explicar la abultada y justificada goleada que le propinó Alemania? El equipo germano aprovechó al máximo las oportunidades que tuvo y su tarea también fue facilitada por el gol tempranero que consiguió a la salida de un tiro libre, en el inicio mismo del encuentro.
 
El gol tranquilizó al conjunto de Löw que, incluso, antes de que promediara la primera etapa pudo ampliar la diferencia a partir de los nervios que mostraran varios de los jugadores argentinos sobre todo, el lateral derecho, Nicolás Otamendi.
 
Argentina, en esa primera parte, sólo consiguió igualar el trámite a partir de algunas sociedades entre Messi, Tevez y Di María pero demasiado lejos del arco alemán.
 
Como contrapartida, los germanos achicaban espacios y escalonaban la marca sobre Messi, arma con la que en la última Champions League ya había sido neutralizado por el Inter campeón de Mourinho.
 
Pero Argentina pagó caro su falta de atención en el primer tiro libre del partido y se fue al descanso pensando en que podía revertir la situación.
 
Ya en el complemento, los dirigidos por Maradona parecieron salir predispuestos a presionar unos metros más adelante en el campo de juego y en los primeros minutos consiguieron arrinconar a Alemania sobre su arco.
 
Sin embargo, no pudo capitalizar las chances que tuvo a su favor y, de a poco, Alemania consiguió salir del asedio argentino.
 
De a poco también, Alemania, como en el arranque, entendió que su negocio era atacar por la izquierda, sector en el que Otamendi siguió teniendo demasiados problemas.
 
Antes de que Maradona decidiera el ingreso de Pastore para darle mayor frescura al ataque, Alemania asestó el segundo mazazo de la noche y todo se hizo aún más cuesta arriba.
 
Diego, fiel a sus principios, siguió apostando a la suya, a todo o nada. Y en ese ir al frente, de forma desordenada, Alemania terminó encontrando los espacios para sacar provecho a su principal arma: el contragolpe.
 
El ingreso de Agüero fue la última apuesta de Maradona. Y tampoco solucionó el problema. ¿Por qué? A esa altura, la Selección ya estaba partida al medio, algo que, por momentos, ya le había sucedido frente a México, aún con el resultado a su favor.
 
Por ese entonces, Argentina ya se defendía con tres defensores, un sistema complicado a llevar adelante sin un aceitado trabajo previo. Alemania percibió el cambio y acentuó aún más los problemas por el sector derecho.
 
Podolsky hizo una jugada bárbara desde ese costado y terminó por sepultar el partido. Sólo quedaba tiempo para un gol más de Klose, que definió con gran categoría.
 
Hasta el pitazo final, Argentina siguió yendo al frente, con desorden y el orgullo herido, pero sin ideas y claridad.
 
Como contrapartida, Alemania mantuvo su esquema a rajatabla, desde el primer minuto hasta el último. Se atrincheró con prolijidad cuando Argentina le rodeó el área e ’intentó cascotearle el rancho’. Pero su orden le permitió apretar los dientes y salir ileso. Cuando pudo, siguió sacando zarpazos y lastimó a la Selección mucho más de lo que, incluso, seguramente imaginó.
 
Quizá el peor pecado de Argentina fue confundir sumar gente en ataque en lugar de intentar generar más y mejor juego desde el mediocampo, sector clave para empezar a ganar los partidos.
 
La Selección Argentina fue hoy más que nunca una Selección Argentina creada a imagen y semejanza de su entrenador: Diego Maradona. ‘O es negro o es blanco, a mí los grises nunca me gustaron‘, reiteró varias veces en su vida Diego. Argentina murió yendo al frente, con muchos errores, pero con orgullo e intentando ser ofensivo.
 
Ahora habrá tiempo para reveer los errores e intentar potenciar varias de las virtudes que exhibió el equipo a lo largo del torneo. Porque más allá de la goleada, no debe olvidarse la ilusión que generó este equipo desde su primera presentación en este Mundial de Sudáfrica.
 
Eso sí, que nadie piense que Maradona cambiará su forma de ver y sentir el juego en el futuro si es que decide continuar al frente de la Selección. Maradona seguirá siendo a todo o nada. Tómelo o déjelo.