Caminaba por los pasillos en un hotel de la capital, buscando solo apaciguar mi tristeza paternal , hace un año había perdido a mi amado padre, ser maravilloso que guió y formó mi vida. Mientras transcurre el tiempo pasan por mi mente tantos recuerdos como escenas de una película sin final.
Recuerdo cuando antes de presentar a mi padre en capilla, en la funeraria, pasé unos minutos solo frente a su ataúd, donde él galantemente lucía su traje y mi corbata preferida según mis deseos, le decía repetidas veces entre sollozos; "Viejo, que grande eres, que Dios te bendiga siempre", donde mis lágrimas bañaban su cara de ángel, esperando quizás que le despertara, pero estaba consolado que Dios le dio su merecido descanso después de una sufrida enfermedad, que tuvo por 10 años.
Pero aun sus palabras, sus consejos, sus acciones y su amor vibran en mi constantemente...
"Tu siempre serás mi héroe y jamás te olvidaré"... gritará por siempre mi alma... palabras que dictarán mi espíritu, mi corazón y vida completamente.
Llegó a la terraza externa del hotel, veo y escucho el sonido del mar, chocando sus olas en la orilla, en las barreras de piedras, creando una sabana blanca de espuma, que brilla como las estrellas en la noche clara, que me arropa en ese momento, sin tiempo y sin espacio ; y a lo lejos esta la Luna llena, dueña seductora y señora de la noche, reflejando su luz entre las aguas del mar, como un camino entre el cielo y mar que invita a pasar o que invita a esperar, quizás algún ángel del cielo.
¡Que tranquilidad!
Me canso de caminar, pensar y meditar, paso y me siento en una mesa en el salón de baile del hotel, a oír la música, para consolar mi vacío y saciar mi sed con un ponche de frutas.
La música domina el ambiente y apacigua mi triste corazón. Merengue, salsa y bachata domina el ambiente... algunas las conozco, otras las canto... entre dientes... y... otras las escucho detenidamente... miro mi reloj son las 9:00 de la noche. Comienza a llegar la gente y miro el desfile de parejas cogidas de manos, como sello de seguridad al amor...
¡Que lindo es el amor... que bella es la amistad! Murmuro... y llegan otras parejas de elegantes damas que armonizan el salón con sus toques de belleza y definición. Cada persona es un mundo y cada una tiene una razón de ser, de vivir, de amar, de meditar y de olvidar...
Continúa la música y se abre mi ser... de compartir con los demás...
Encerrarme yo... "jamás"... grita mi espíritu. Comienzo a levantarme de la mesa con cautela a ir por las otras mesas a presentarme respetuosamente e invitando a las damas a bailar al son de la música variada que armonizaba, ante las repetidas palabras:
"Buenas noches y mucho gusto... ¿desea bailar?"......donde la afirmación predomina sobre la negación.....y comienzo a bailar con la caballerosidad y respeto que me caracteriza, quedando al final la sonrisa y la satisfacción manifestada de la dama por haberla sacado a bailar, y por llevarla a su mesa de origen hasta sentarla con mucho respeto y dándonos unas gracias mutuamente...
Transcurre la noche, continua la música y el baile, con mucha caballerosidad y respeto...sin ni siquiera repetir la misma dama en el baile. En el Salón...entre el vaivén de mi tristeza y mi soledad...veo algo que me intriga... solo me faltaba de invitar a bailar una hermosa y solitaria dama, sentada al final de salón...veo que es tan hermosa que inquieta mi curiosidad... mi inquietud va en ascenso y me llegan varias preguntas a mi ser:
¿me extraña que no la han sacado a bailar?...
¿estará acompañada?...
¿estará esperando a alguien?...
¿no querrá bailar?.... ¿me dirá que no?...
muchas preguntas en un momento,
¡Que callejón sin salida se convierte el espíritu y el corazón!!!!!!!!!!
"Bueno... detén tu paso para apagar tu inquietud y observa" me dicta la mente y el corazón...
Me detengo un momento, y solo me siento a observar en una mesa cercana con mucho respeto y disimulo...veo en los efectos de luces del salón como un aura en su cuerpo, brillando como un ángel del cielo sobre la semi-oscuridad que dominaba en el salón...sus ojos resplandecían sin cesar... su pelo corto negro cambia de tonos ante su hermoso traje blanco...un arco iris en vida frente a mi… tenía un collar plateado en su pecho, que era como una prisma que deslumbro mi mente y mi corazón. Me levanto de la mesa y me acerco hacia ella ante la música de la canción…
"Tu eres mi ángel"… siento que el tiempo se detiene y aumenta los latidos de mi corazón, al ver que me sigue con sus hermosos ojos... me siento solo en el espacio donde se detuvo el tiempo... aunque en un salón tan lleno de gente frente a ella... mientras mas me acerco, mas me deslumbra, y define su belleza y su aura... llego al frente de su mesa, casi me convierto en piedra ante sus ojos...
y le digo:
"Disculpe, Buenas noches y mucho gusto joven... perdone que la moleste... ¿desea bailar esta pieza?...".
Diciendo el más bello "SI" que han escuchado mis oídos... me sentía como seguro y tranquilo a la vez.
Cogí su mano con mucho respeto para dirigirme a la pista de baile y sentí la más suave pieza de algodón que mi tacto haya tocado...
Comenzamos a bailar.
Sus ojos, su sonrisa, su perfume a rosas, su hermosa faz frente mi presencia no podía creer tantas cosas bellas frente a mi persona... el más hermoso momento de mi vida...estaba sin tiempo ni espacio... era yo frente un ángel caído del cielo.
Sin mediar palabra transcurrió el baile... solo sonrisas en cada movimiento de la pieza, que parecía no tener fin... choque de miradas y luces hicieron brillar la noche sin final...
Se acabó la música y la llevo a su mesa dándonos las gracias mutuamente…me alejo nuevamente pero con la inquietud de seguir bailando mutuamente...continua la música y me sigue con sus ojos a lo lejos... percibo su mirada y me acerco nuevamente...
¿Bailamos?
...se levanta de su mesa... y continuamos hacia la pista nuevamente. Así trascurrió la noche. Bailamos, hablamos, nos identificamos...vi un espejo de mi persona en ella..."espérame un momento por favor" le dije en su mesa.... salgo del salón rápidamente, a comprar una rosa para que recuerde la ocasión y al llegar nuevamente al salón no la encuentro en su mesa...
Se había ido.
Solo me dejo un papel escrito: "Amigo, gracias por compartir conmigo, por tu caballerosidad y respeto, tengo que partir... pero quiero que sepas que tienes un corazón noble y grande. Nunca cambies... Dios te bendecirá siempre. Busca siempre a tu lado porque nunca estarás solo..." Termina la nota firmando:
"UN ANGEL DEL CIELO"
"Ahora mas que nunca... creo en ti, mi DIOS, mi Señor y los ángeles del cielo".
Desconozco autor