Nada mejor que mis ojos
ahí donde nada se puede ocultar
ahí donde la nostalgia sobra
pero nunca esta de mas
ahí donde cada color se ha guardado
en cada abrir y cerrar.
Nada mejor que mis manos
ahí donde solo ellas han podido llegar
ahí donde no ha habido rostros sino piel
ahí donde solo ellas han podido sentir
el calor o el frío en cada dar o recibir.
Nada mejor que el corazón
ahí donde solo quien ha estado dentro
sabe de todo lo que soy capaz
ahí donde cuantificar no existe, solo intensidad
pasión, voluntad
ahí donde el alma se acomoda con otra
con armoniosa necesidad.
Nada mejor que mi alma
ahí donde nada se puede inventar
ahí donde cada poema se ha podido crear
ahí donde en cada vibrar he aprendido a amar
ahí donde cada día se acumula el tiempo
para no volver atrás.
Nada mejor que la razón
ahí donde cada sueño se ha vuelto realidad
ahí donde a veces tenemos que aterrizar
ahí donde nada se puede olvidar
ahí donde a veces es necesario borrar
ahí donde el archivo del alma te habla
y es necesario priorizar.
Nada mejor que mi mar
ahí donde si puedo nadar
ahí donde si puedo sobrevolar
ahí donde los mas son delfines
porque ellos si saben de lealtad.
Nada mejor que mi mundo
ahí donde si puedo habitar
ahí donde si puedo volar
ahí donde puedo bailar sin parar
ahí donde si puedo cantar
cantar lo que a mi me gusta
y no lo que quieren los demás.
Nada mejor que mi historia
ahí donde todo lo puedo contar
ahí donde mis testigos si existen, son de verdad
ahí donde mis palabras se escuchen y sirvan
a alguien mas
ahí donde mi llanto y mi alegría se unan
y sean un bálsamo de paz
ahí donde lejos de ligereza, tenga la certeza
que si existe la verdadera libertad.
Colaboración de Penélope
México