Tratemos de ser pacientes...
siempre veremos,
tarde o temprano,
los frutos de todo lo que dimos o hicimos.
Amemos día a día lo que tenemos,
aún cuando parece que todo está perdido...
Cuando la salud no es la mejor,
cuando los problemas oscurecen nuestra vida,
cuando la felicidad se nos escapa
como el agua entre los dedos,
cuando el dinero no alcanza...
Fe en todo momento
y esperanza en nuestro corazón.
No vivamos en el pasado... ya pasó...
de nada sirve nadar en ése río...
Busquemos aguas nuevas...
inundemos nuestra vida de alegría.
A veces es difícil...
estamos apenados, sentimos dolor,
pero cuando empecemos a sonreír
los dolores no serán tan intensos
y atraeremos a nosotros
energías parecidas o iguales.
Busquemos el lado positivo de cada cosa
y que sea ése lado el que nos sostenga.
Nosotros podemos optar por vivir la vida
como una tragedia o como una comedia.
El futuro es incierto...
¿Vale la pena vivir amargados?
¿Vale la pena vivir a oscuras?
Disfrutemos cada momento...
Llevemos alegría a quienes nos rodean
y
hagamos que la gente nos recuerde
no por todo lo que hemos sufrido,
sino por todo lo hermoso
que entregamos día a día
en éste hermoso camino que es la vida.