A TI...HIJO MIO...
En mi mente vive aquel ayer... cuando el latir de tu corazon vibraba dentro de mi vientre, y mi sangre alimentaba la sangre de tu vida, tus pensamientos llenos de ternura, me decìan que eras mìo para siempre.
Aquellos recuerdos, me acompañan con amor, cuando anunciabas que venìas, con bellos momentos de dolor, los nervios destrozados por la espera, que aguardaba con toda mi alma, me decìan, que tendrìa entre mis brazos, el fruto que el cielo me entregaba.
Recuerdo... cuando aùn podia cobijarte entre la dulzura de mis brazos, y brillaba en mì, la esperanza de tu vida, te brindaba toda mi protecciòn y abrigo con el calor de mi regazo.
En mi mente vive aquel ayer... cuando jugabas conmigo y tus miradas de ternura decìan que me amabas, todos los rincones de la casa, eran coloreados por lo alegre de tu risa, siendo parte de mi vida y mi sentir, te veìa crecer a toda prisa.
Pero...el tiempo tiene que pasar y la vida tiene que seguir, hoy, ya casi no puedo cobijarte entre mis brazos con cariño enternecido, y no te doy a plenitud mi protecciòn aunque quisiera, no siento latir tu corazòn dentro del mio entristecido.
Siento que de dolor mi corazòn muere al decirme que te marchas, y que tu presencia hermosa, ya no adornarà mas el lugae donde naciste, hoy... muy pocas veces he sentido tu mirada llena de ternura diciendo que me amas, y en poco tiempo, tu risa tambièn se irà...ya no alegrarà màs la casa donde creciste.
El momento de partir ha llegado... y no puedo evitar que busques tu propio porvenir y tu camino, seràs siempre una de mis tres razones que a mi alma han ilusionado, sè felìz con quien hayas escogido para vivir ahora tu destino.
Yo, seguirè oyendo tu risa, seguirè sintiendo latir tu corazòn dentro del mìo, recordarè la mirada tierna de tus ojos diciendo que me amas, te abrigarè con los brazos de mi amor, de mi mente y de mi vida, que Dios te bendiga hijo mìo...eres parte de mi fè y mi esperanza.
Corazòn de niña
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