MURIENDO LENTO
Sus labios llegaron cerca de los míos cortando mi respiración y también el deseo de estar lejos.
Sus manos juguetearon junto con el viento, evitando que su toque me arrastrara hasta
llegar al abismo del desenfreno que enmarca la pasión.
Sus palabras retumbaban en mi mente y en mis oídos haciéndome transportar a
todo aquello que el tiempo se había llevado con él.
Soy ahora aquella ave que llegó de paso a su vida, como aquel gorrión que en una fría tarde de invierno,
se equivocó de nido y lo invadió sin saber que aquello sólo era un momento de pasión,
llevado por el simple deseo de los dos.
Vive dentro de mí la más absurda y loca pasión que me hace morir lento, el amor insaciable
que se acuesta conmigo todas las noches y que vive en mí, que se alimenta sólo de aquel bonito recuerdo.
Muriendo lento estoy, pues de aquella historia sólo queda el recuerdo de algo que jamás fue y
que sólo existe en mi mente, que adoro como se adora el mar, que amo en la soledad de mis sueños.
DESCONOZCO AUTOR