Capullo de viento
Vicente Herrera Márquez
Amiga del aire, capullo de viento,
te veo en mis sueños, te escucho en silencio,
te alejan distancias, te acercan los tiempos.
Bandadas migrantes de aves errantes
me traen estrofas de tu lejanía.
Me traen la esencia de tierras queridas,
que mi mente cansada no puede olvidar.
Traen a mis ojos los matices presentes
de aquellos paisajes de tiempos pasados,
que en mis retinas, cubiertas de smog,
en su fondo se encuentran grabados.
Me traen murmullos de niños traviesos
que juegan, que corren, que estudian
en nuevas aulas de la vieja escuela.
Me traen susurros de muchachos lindos
y caricias amantes de jóvenes bellas,
que derraman amor en la plaza aquella.
Me traen el canto de madres que mecen
en cunas sencillas de hogares humildes,
el futuro incierto de nuevas vivencias.
Me traen clamores de mujeres y hombres,
que con banderas y gargantas claras,
se toman las calles y con fuerza demandan:
trabajo, justicia, salario, equidad y paz.
Me traen lamentos de compañeros de antaño
que a duras penas arrastran los años.
Me traen cuitas de amigos de tiempos pasados,
de viejos compinches que añoran momentos
gozados, sufridos, vividos y dejados atrás...
Con las aves de invierno que se alejan del sur
envía tus versos, tu canto, tus sueños,
que aquí en el norte, yo estoy esperando
que la distancia algún día se acorte, se encoja
y no sea tan larga, para volar hasta allí,
saciar mi sed de nostalgias y embriagarme.
Sí, embriagarme al beber de tu aliento,
amiga del aire, capullo de viento.
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