Cuanto pesar me causa
este secreto del alma,
llevar este amor callado
quemándonos las entrañas
cambiando un “te quiero
vida mía”
por un simple “buenos días”.
Cuanto pesar me causa
este secreto del alma,
verte a la distancia
mientras hablan las
miradas
diciendo “te quiero mucho
pero debo permanecer callada”.
Cuanto pesar me causa
este secreto del alma,
cuando estando frente a frente
y al alcance de mis manos
tener que voltear la vista
para no estrecharte entre mis brazos.
Y contengo el aire; encarcelo al beso
que de no estar preso
volaría hasta tus labios.
Más cuando la soledad nos cubre
y se convierte en nuestro cómplice
aquel beso es liberado para posarse
en tus labios; y en abrazo somos uno,
se acarician nuestras almas.
Aunque sea por un instante.
Autor: Enrique Chávez M.