El dolor va paralelo a la felicidad y antagónico al gozo como virtud.
Evitemos que anden entrelazados intentando divergirlos con fortaleza de ánimo. Aun cuando se hiele la sangre en las venas y la voluntad se la cree cenizas, aun queda una esperanza más allá de esta barrera psicológica.
También hay dolor inconsciente, implícito en nuestras divergencias. Igual que hay enfermos pasivos del tabaco, de contaminaciones atmosféricas y sociales, son causas contagiosas de alteraciones de la salud.
Si nos esforzáramos en crear salud ambiental, el dolor invernará de aburrimiento.