EN SOLEDAD
No te hablaré de eclipses o neblinas,
aunque se me atenúa tu silueta;
si no se me desprende, se me agrieta
la imagen que captaron mis retinas.
No es la misma que fué, por las esquinas
sopla un viento inclemente. Se me aprieta
el nudo corredizo; una etiqueta
prende del cuello: "Soñador en ruinas"
La curva que marcaba mi esperanza
se ha desplomado, y de momento avanza
arrastrando su vientre por el suelo.
Despierto el duelo está, la fe se acuesta,
habla el silencio, calla la protesta,
y solloza en la noche un violoncello.
Francisco A. Hidalgo