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La noche va caminando sobre el murmullo del rio y una campana tocanco y la otra replicando cortan un aliento frio. Suspiros de madrugada,genmidos que no son mios, quejidos que tras la niebla al compas de dos campanas,lloran al amor herido. Ajetreos de cadenas en la ermita se han sentido, ¿sera el alma de la rosa?que al morir en aquella prosa sepultada bajo lozas,dejo al querer sin querido.
En la puerta de la ermita dos cirios deje encendidos,un aleteo de paloma y un gorrion muy sufrido,y asi dar luz en su tallo,y asi sentirlo yo mio,para que durmiesen campanas,el silencio callase al rio y el suspiro de la noche envolviera su arrastrar frio.
Quisiera ser una noche un vagamundos prendido y luego hacerme poeta y asi ser yo tu querido, vivir en ascuas de fuego,la pasion que por ti siento,y luego ser de ese viento,que me arrastra como humo hasta el universo inmenso donde reposan tus senos,donde yo soy el bien ajeno, que me lleva y que me trae,entre mareas de fuego.
Quisiera rosa querida,que no olvides que te quiero,que por amor en la ermita,hoy tocaron sus campanas,en arrebato y en duelo,pues por amor no se marchitan esas flores tan bonitas, que lloraron por amor y que murieron por celo, levataros rosas mias,que por vosotras yo muero
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