Cuando me llegue a mi el día,
No lleves flores, no lleves tu dolor.
Por que aunque mi cuerpo se ausente
lo que perdurará será mi olor.
Te digo yo, que cuando llegue mi día,
No te entristezcas,
Pues cuando veas a un árbol mecerse,
Yo seré el aire que corre por su hoja
Y cuando veas a un niño caerse,
Yo seré la fuerza que lo recoja.
Te digo yo, que no me iré
a tu lado yo estaré
y rezaré.
Te digo yo, que preferiría que tu estuvieses en mi lugar, y yo en el tuyo.
No te deseo la muerte, pero así o serías tu
el que sufre por mi ausencia, si no yo por la tuya
No me llores, por que lloraré,
No me sueltes, o caeré
Mi silla no quites, ¿dónde me sentaré?
Cuando me llegue a mí el día,
háblame, ahí estaré, y responderé.