No quisiera creer en lo que dices
no confiar en lo que haces,
pues tus palabras no son otra cosa
que tus propios pensamientos
hecho sonido
y tus hechos
son tus propias esperanzas en acción.
Cuando digo: "El viento sopla hacia el Oriente"
tu contestas: "si siempre sopla hacia el Oriente";
pues no quieres que sepa entonces
que tu mente no mora en el viento, sino en el mar.
No puedo comprender tus
navegantes pensamientos,
ni tampoco te interesa
que los comprenda
pues, prefieres estar a solas en el mar.
Cuando es de día para mi,
amigo mío
es de noche para ti;
sin embargo, todavía entonces
hablas de la luz del día
que danza en las montañas,
y de la sombra púrpura
que se abre paso por el valle;
pues no quieres que escuche
las canciones de tu oscuridad;
ni me dejas ver tus alas
que se agitan contra las estrellas...
Y no te interesa que oiga ni que vea
lo que pasa en ti
porque prefieres
estar a solas en la noche...