Un día llegaste a mi vida y pude comprender la hermosura del cielo en la sinceridad de tu mirada,
comprendí que sobran las palabras cuando se trata de expresar los sentimientos que aguardan en el corazón.
Si pudieras ver en mi alma entenderías que una vida no basta para explicarte cuanto te amo, quiero fundirme en tu vida, en tus sueños y en tu corazón para que juntos podamos mirar en la misma dirección, bajo el mismo cielo, respirando el mismo aire, dejando atrás el camino lleno de abrojos y espinas que ya nunca volverá y volar tan alto que el viento sea testigo de que nuestro amor nunca tendrá fin...
Colaboración de Marcela Camelo
Colombia