NAVIDAD.

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Se aproxima una nueva Navidad, en el fondo somos pocos que entendemos el verdadero significado del 25 de diciembre, porque la mayoría está pensando en el regalo para los niños, enamorada, esposa u familiar. Ornamentando el árbol de Pascua, la sala de visitas, preocupados para definir el menú de la cena. Todo en grande estilo y nos olvidamos que Jesús nació en un pesebre de paja, para no decir establo de animales, donde apenas existía como alimentos, la leche y el pan nuestro de cada día.

Con el pasar de los siglos, la civilización fue transformando este acontecimiento en una grande fiesta, hasta cierto punto comercial, donde prácticamente el aspecto religioso pasó para segundo termino.

Quién sigue la doctrina católica, no nació para SANTO y menos para MARTIR y continuamos actuando de esta forma hasta nuestros días.

Nacimos imperfectos, pecadores al extremo, prometimos no pecar nunca mas después de la confesión y la comunión, nunca CUMPLIMOS y caímos en un circulo vicioso, que nuestra única salida, es parar de ser cínicos y tentar agradar a DIOS con nuestro amor al prójimo, pecar menos, ser un excelente padre, esposo, solidario con los amigos y conocidos, porque, de esta forma estaremos adorando a nuestro Señor Jesús Cristo, que vino al mundo para redimirnos de nuestros pecados.

Por lo menos, vamos tentar procurar un equilibrio, porque en cuanto exista la mujer y el hombre, las TENTACIONES estarán a la “Orden del Día” y seguimos así, desde los tiempos de Adán & Eva.

El catolicismo se transformó en una religión muy conservadora, ella no se fue modernizando con la humanidad, al extremo que para seguirla al “pié de la letra” tenemos apenas un camino: Enclaustrarnos en monasterios u conventos.

No soy nadie para dar un sermón, pero gustaría que en esta Navidad, sea celebrada por ustedes con todas las personas que usted AMA y que tornan su día a día INESQUECIBLE.

Abrazo Navideño.