que ya todo lo que teniamos que vivir,
aprender, convivir, lo tuvimos. Solamente
nos fijamos una posición de espectador,
viendo las cosas como acontecen a
nuestro alrededor. De repente....,
la gente comienza a conocer otras
personas, personas con fe, alegría,
no viven de nostalgias, están siempre
contentas; por eso digo sin equivocarme
que siempre hay que andar, que Dios
nunca está ausente, pues siempre
está presente, la figura de un amigo....
AUTR/ Paulo Rogério Pires de Miranda
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