Cierro los ojos cansados de lágrimas, y comienzo a recorrer todas las habitaciones con mi mente, cuento los 27 peldaños de la escala, siento el quejido de la puerta de mi dormitorio, escucho las palomas arrullando en el entretecho de mi vieja casa, siento tu presencia padre y sé muy bien que ya no estás ni jamás volverás a estar, solamente en mi imaginación y mis recuerdos.
Quiero oler cada centímetros de esta pieza, quiero golpear con los puños cerrados las silenciosas paredes, quiero olvidar que fue aquí donde te asesinaron padre...quiero olvidar...quiero...bajaré corriendo por las escaleras... y como un interminable ritual, como siempre desde la calle volveré a mirar mi ventana azul...
Paloma...