Mirándote a los ojos juraría, que no hay poder en el mundo que pueda separarnos.
Pero luego también se empaña mi seguridad, con ese miedo que me invade por doquier y que hace que toda nuestra casa entre en depresión, una depresión profunda.
Difícil de disolver nuestras mentes y sentimientos, se ponen a la defensiva como listos o preparados para la batalla y atacándonos uno al otro, vamos lentamente destruyendo lo poco que nos queda, y al final de todo terminamos dándonos cuenta, que a pesar de que nacen en nuestros corazones esos sentimientos de desconfianza y desamor, cuando la euforia pasa y estamos tranquilos, todo parece tan diferente.
Nos damos cuenta que en realidad nos amamos y que estamos pasando por una etapa muy difícil, en una batalla contra nuestros propios sentimientos y dudas, de la cual si queremos seguir juntos tenemos que salir vencedores y apoyarnos uno al otro para poder ser felices.
Esta puede ser la prueba mas difícil de nuestras vidas, y de ella depende el destino de nuestros hijos y de nosotros, porque si la perdemos, probablemente nos estemos dirigiendo a un destino con una vida vacía y sin amor, con remordimientos de conciencia de no saber como hubiese sido, si hubiéramos luchado un poquito mas.
Yo por mi parte, estoy segura de que te amo y que quiero seguir adelante, pero se que necesito muchísimo apoyo de tu parte, tal vez mucho mas que tú de mí.
También se que el final de esta historia de amor no se ha escrito aun y que todavía tenemos la oportunidad de vencer, que todo está en nuestras manos y que los lazos que nos unen son tan hermosos, que no los quisiera romper.
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