MUJER ARGENTINA
Detalle de estrella en tu rostro argentino
de ríos, de mares, de colinas y praderas.
Palpita en tu cuerpo una belleza nativa
de soles y canoas, de lunas y de chozas.
Todo el tiempo es un resumen en tu alma de dama
de barcos y de viajes, de emociones y esperanzas.
En tu latir fluye un jardín de procedencias
de cielos, de horizontes, de razas y miradas
pero tu sabes claramente que es el mismo idioma.
Tu hermosa música surge libre, natural. Multiplica
las coloraciones cotidianas y profundas de la vida.
Folclore de flores y labores, tango en cercanía.
Creces frondosa bajo el sol del amor,
mujer urbana, mujer de los campos,
en ti la sangre del país, la leche de sus hijos,
extensión de latidos, variedad de paisajes y riquezas.
De nuestra tierra las esencias de tu ser de mujer,
de nuestros soles y lunas,
de nuestros trigos y llanuras,
de nuestras aguas y playas,
de nuestros amaneceres y atardeceres,
los tonos de tu cuerpo, de tu cabello y de tus ojos.
Fluviales, marinas y pampeanas,
australes, norteñas y cuyanas,
del litoral: sencillamente mujer americana.
Argentina mujer de una naciente era
en pulso de acuarela, de horizontes,
en profunda y fecunda entonación de primaveras,
en dicción de primicias, en curso de poesía.
En ti se dibujan mapas de nítidos sueños,
de fe, de esperanza hacia un país de adentro
hacia un radiante tiempo nuestro.