Entre dos mundos
Quiero que me disculpes amiga
por molestarte a cada momento,
pero estoy muy agradecida
por este maravilloso encuentro.
Le doy gracias a la vida
de que conmigo te encuentres este día,
porque cuando lágrimas deslizan por mi cara
tú las secas con el silencio
de una simple mirada.
Porque cuando no le hallé un sentido a la vida
y extrañas ideas adopté
no queriendo buscar otra salida,
tú extendiste tu mano
y me impediste a ese mundo caer.
Hoy me pides que me quede a tu lado,
yo te digo que jamás me marcharé,
así tenga que enfrentar
a dos distintos mundos
que me piden entre ellos elegir
porque juntos no saben convivir,
y es que la vida me mostró dos caras
y sólo ha una debo sonreír.
Cegada por sus bromas me encontraba
sin darme cuenta
de que con eso yo te lastimaba.
Pero gracias a una de esas bromas,
los ojos al fin pude abrir,
y ahora comprendo
a cual mundo mi cariño he de dirigir,
y aunque mucho no pueda significar,
hoy te quiero decir
que es al cielo, a donde he decidido volar.
Únicamente te pido
que siempre me des un minuto,
la forma de expresar mi enojo
es distinta a la de cualquier otro,
pero puedes estar tranquila
porque aunque el infierno esté presente
te digo amiga
el cielo jamás se encontrará ausente.
Colaboración de Margarita Salas Leyva
México