Todo lo que consigues, primero debes intentarlo. Así que encárgate de hacer esos intentos.
Dilación y excusas no sirven para nada. Para hacer que suceda hay que hacer el intento.
Fracasar las primeras veces es lo más probable. Podría haber montones de excelentes excusas para abandonar.
Aún así, sigue haciendo el intento. Acción y perseverancia son las que te llevarán a todas partes.
¿Cómo haces para convencerte de hacer el intento? Relacionándolo, a él y al logro que en definitiva generará, con un objetivo concreto y pleno de sentido bien dentro de ti.
Teniendo claro por qué debes hacer lo que debes hacer, no tendrás problema para encontrar la voluntad y el compromiso que te hagan avanzar con decisión. Haz el intento, tan a menudo como sea necesario, y puedes tener la certeza de que lo harás realidad.