El sol nace de nuevo
entre los escombros de un presente inquieto.
Amar, amarte es un cajón de olvido
abandonado tras la puerta de los deshechos.
Hoy brillan las olas alejadas
de ese norte azul al que me acerco.
En esta casa, mi casa, llena de vida nueva,
se amontonan papeles, ventanas, recuerdos…
tazas devoradas, esperanza, monotonías y versos.
Te has ido para siempre, molesto arrullo,
escondido en lo que se imagina y no existe
nada más que entre nosotros y los cuentos.
La brisa helada de diciembre
me dice al oído, muy despacio,
que nunca hubo lunes mágicos en tu pecho.
Sólo en presente lo entiendo.
Desolada, aturdida y sedienta
la luna renace cada noche del siniestro año.
Y sonrío levísima y firmemente
sobre laberintos del pasado que nunca existieron
porque amor : amar, amarte…ahora es un cajón de olvido