No dejes que el desaliento
te arrebate
Eres ráfaga de vida que amor esparce.
Permite que el rubor de las amapolas se apodere de ti. Si logras alcanzarlo habrá menos necedad. Está en tus manos colmarte de esa belleza. Belleza que invade a quienes se disponen a vivir.
¿Quieres tan sólo ocupar un lugar?
De acuerdo. Tu lugar eres tú. Cuerpo. Cárcel. Templo. Envase. Como desees llamarlo. Eso de lo que hablamos implora luz. Te pide que lo empapes de delicado perfume.
Por dentro. Por dentro. Por dentro. Y así verás que no todo es oscuro. Las hojas no caerán en vano. El suelo me ha contado que las espera.
Para tomarlas. Para abrazarlas. Para sentirlas. Las hojas no caerán en vano. Esa tu propia chispa, no danzará sin sentido.
Muchos ciegos la necesitan. No la guardes. Entonces, hallarás al fin, vida en vida.
Desconozco su autor
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