Era la tarde en tus ojos mansos,
era el verano en tus mejillas,
era la primavera en tus labios
razón de la locura que cura mi cobardía.
Era tu llegada causa del desvelo,
era tu presencia llegada de la vigilia,
era la vigilia el despertar de los miedos
de un sabio
corazón
que el
amor
no conocía.
Era mi corazón niño durmiente
que tu voz despertó un día de Julio,
era mi corazón niño inocente
que se doblegó a
tu amor
como esclavo a su infortunio.
Era tu amor mi necesidad,
era mi amor lo que tu amor quería,
era tu amor donde quería abandonar
vagabundos recuerdos de mil y una noches frías.
Era la noche en tus ojos mansos,
era la nebulosa en tus mejillas,
era la misteriosa luna en tus labios
razón de los sueños que adormecen mi cobardía.
Era tu amor agujero en mis huesos,
era tu amor marca en mis carnes,
era mi amor por tu amor ciego
el que sin medida me enseñó a amarte
en los años que corren de enero a enero
y se posan en mis ojos que no se cansan de esperarte.
Era yo premonición de tus deseos
que tus ojos negros intentaban ocultarme.