Que suerte para mi
haberte conocido.
Que suerte haberte hallado
y que tu voz, tus manos
me hicieran sentir
tu bondad infinita.
Cuando miraba
esos tus ojos oscuro,
veía reflejado lealtad
y en tus labios
la pureza
pues tus palabras
salen claras sin ofensas.
Añoro tanto tu persona
que de tanto recordarte
y no verte,
mi nostalgia sacude mi alma.
Y al recordar tu nombre…
siento el estallido
de mi corazón
que te siente dentro
y estás tan lejos a la vez.