Hundida en la pasión de tu mirada inquieta espero con vehemencia tu dulce susurrar, que me quieres tener a pesar de la ausencia sentada en tus rodillas y así poderme amar.
Y te espero al compás de una música ardiente buscando aquel camino de regreso al hogar, soñando fantasías, riendo alegremente junto a ti, en un potro que nos lleva a soñar.
La realidad despierta la conciencia dormida, y a veces me pregunto…¿Hasta dónde llegar? Traspasando los mares, encuentro todavía, la mirada infinita donde puedo flotar.
Siento nostalgias hondas de tiempos que se han ido, pero abriste las puertas invitando a volar a esta mariposa de blancura vestida que por ti, vio la vida y que desea amar.
En el azul del cielo o en el azul del mar, el azul de tus ojos me hace a mí pensar, que este espacio infinito será aquel lugar donde dos almas siempre se encontrarán a amar.