HACIA LA CIMA DEL AMOR ETERNO Amor mío, que triste es la vida sin ti, solitaria penumbra del corazón herido; sentir tu impotencia en cada momento en que mi mente te aprisionaba fuerte; deseaba que me cobijaras eternamente, y me susurraras palabras de dulce amor para que mis lágrimas no fuesen torrente de tu río revuelto en mi desierto interminable.
Loca pasión de dos seres que se aman tanto, pero que la vida misma los ha sentenciado a sobrevivir en vientos de magnitud extrema, mi fuerza determina el ritmo siempre acelerado de mi amor y tu amor unidos en un camino siento que te amo tanto que no puedo controlar nuestra realidad y nuestro sentir de infinito amor.
Divagando por lejanos lugares dibujé tristeza, ansiando estar en tus brazos que regalan ternura; tenía ganas de romper los cristales hermosos... y sólo beber de tu copa que revasa elixir de miel, solo quise mantener mi pecho abrigado de la lluvia que se desparramaba incesante por mi espalda fría y dejaba desnudo mi cuerpo de tu caricia lejana.
Sabes que te pienso en cada segundo de mi vida, y que afirmo mi paso para acompasarlo al tuyo; derribo molinos de viento en mi huella por tu sitial, para correr perdida en la bruma de mi alba pasión para besarte sin tregua y gritar mi inmenso amor, cielo siente la desbordada adoración que te regalo hazla tuya en cada amanecer que alumbra tu vuelo, lleguemos a la cima del eterno e imperecedero amor.