Dejame ser la quietud de tus noches Adormeciendote en mis brazos Dejame ser la paz de tus mañanas Caminando de tu mano Dejame ser el sosiego que buscas Cuando miras el mar en calma Dejame que mis besos Sean tu bálsamo en las madrugadas Dejame que mi ternura Te arrope en tus dias grises Y sean mis palabras… Susurros que los suavicen Dejame ser la cálida brisa Que roza tu cara Y de aromas de azahar Te inunde al alma Dejame ser tu eterna primavera Dejame ser la dulce nana que mece tu vida