Las arañas vasculares o telangiectasias son dilataciones de pequeños vasos capilares que se forman cerca de la superficie de la piel, en forma ramificada o como líneas finas y cortas. Normalmente,  aparecen en las piernas y el rostro, por causas como la herencia, la mala circulación y el tiempo prolongado que pasamos de pie o sentados.

Este problema no tiene importancia desde el punto de vista médico, ya que las arañas vasculares no causan dolor, diferenciándose así de las varices, pero se consideran antiestéticas.

Existen varios tratamientos para su eliminación; los más utilizados son la escleroterapia (inyección de medicamentos en las venas) y el láser.

Es importante decir que el láser es un método indicado para aquellas personas con varices pequeñas, arañas vasculares o como complemento de otro tratamiento, ya que el láser no elimina la fuente de origen de la varícula y presenta limitaciones en cuanto a la profundidad y color de las arañas a eliminar. Para una persona con varices demasiado inflamadas este método sólo es eficaz en calidad de tratamiento complementario. Lo ideal es acudir a un dermatólogo estético para que determine cuál es el procedimiento más apropiado.

Es un tratamiento mínimamente invasivo, indoloro y no requiere anestesia general. Cada sesión dura aproximadamente 20 minutos (aunque depende siempre del caso a tratar) y normalmente,  se requiere más de una sesión para eliminar por completo el problema. La eliminación de arañas vasculares con láser funciona mediante el uso de energía lumínica de alta concentración. La luz atraviesa la piel sin dañarla y es absorbida por los vasos sanguíneos, con lo que la sangre se calienta y las paredes de los vasos se colapsan, coagulando la araña vascular, que irá desapareciendo poco a poco.

Con este método las arañas vasculares tratadas desaparecen permanentemente, pero no previene la formación de otras nuevas. Para evitar su aparición, lo mejor es el ejercicio aeróbico regular, evitar los tacones, la ropa demasiado ajustada, cruzar las piernas y las largas exposiciones al sol. Es imprescindible también cuidar la hidratación.