Ya no soy yo. Se llevaron mi corazón y ahora, las aguas del mar siempre están turbias, el cielo plomizo, y los pájaros ya no entonan su trinar. La Luna, ya no baña de azul la noche. No veo el Sol. ¿Dónde se habrá metido? La risa de los niños se fue. La hierba verde del campo se ha secado. De repente, mi imaginación ya no vuela. Mi locura, se volvió cuerda. ¡Maldita cordura! Mi amor encerrado en una cárcel con mil candados. Mi encendida pasión la congelaron. Mi ternura se endureció como el granito. Se agrió mi dulzura. Cruel se volvió mi compasión. Mi mentira piadosa ahora es trágica verdad. Mis palabras de aliento enmudecieron. Esta de ahora, no soy yo.
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