Tú eres como las estaciones del año, muy cambiante y nada de estable durante ciertos días.
A veces puedes ser como el invierno muy fría y sin palabras, sin que haya alguien cerca de ti por tu forma de ser.
A veces eres como el otoño triste y solitaria, como esperando algún cambio y eso se refleja en tu mirada, en tu actitud, tus pensamientos y tu forma de ver a los demás, también por tu paciencia e inocencia.
Pero de repente llegas a ser como el verano, calida y explosiva sin importar que es lo que pase a tu alrededor afectando a otros que no entienden y no comprenden tu forma de ver la vida y porque actúas axial.
Pero que diferencia cuando vemos a la primavera caminar, ver esa sonrisa blanca al ver tus ojos radiantes y comportamiento diferente, atraes la atención de todos, porque te ven segura, optimista, valerosa, importante, triunfadora ante los problemas y situaciones difíciles.
¡Pero es triste decirlo que en estas estaciones lo que menos te dura es la primavera...!
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