SAHUMERÍOS Y ESENCÍAS EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD - EL REFUGIO DE ROXANA TANA

Los sahumerios acompañaron al hombre desde los comienzos de las grandes civilizaciones (Egipto, Babilonia).

En la antigüedad, el hombre da por cierta la idea de que todo lo que existe tiene una "ALMA O ANIMUS".
Esta es una razón para creer que el alma requiere de otro tipo de alimento. Así, por ejemplo, distintas tribus realizaban sacrificios con la intención de lograr la protección de algún Dios.
Todo sacrificio implicaba un ritual.
El hombre sabía que la deidad no podía recibir alimento material, por lo tanto empleó variadas formas de ofrendar.

Una de ellas fue quemar animales y otros seres vivos.
Ofrecía el producto humo, fuego, como forma de alimento.
Creía que los Dioses estaban en el cielo, arriba, y el humo al ascender los alimentaba.

La preparación misma era parte del ritual. Buscar las maderas aromáticas precisas para hacer el fuego era tarea de especialistas.

En la evolución del sahumerio se advierte que si bien el sacrificio de animales es desechado como forma de ofrenda para los Dioses, queda sin embargo la idea del humo aromático como forma de comunicación y como forma de acompañar los más diversos rituales.Hace aproximadamente 15.000 años que el perfume es empleado en forma de sahumerio como tributo a los dioses.

En el Tibet antiguo, los perfumes se usaban como ofrendas sagradas, tal como lo hicieran los primitivos magos, se quemaba incienso en cajas para que actuara protegiendo contra ataques de espíritus malos.

El empleo de aromas en magia y veneración, alcanzó su grado máximo en la civilización egipcia, donde se consideraba que la realidad tenía aspectos físicos y espirituales, y que el perfume favorecería los fenómenos parapsicológicos.
Los sacerdotes egipcios empleaban el perfume en el ritual religioso, en los funerales y también, como cosmético. Algunos de esos perfumes han mantenido su fragancia por mas de 3000 años, como es el caso del ungüento aromático descubierto en la tumba de Tutankamon en 1922, que había sido fabricado en el 1350 A.C. denominado KYPHI, conteniendo una variedad de 16 ingredientes.

Las momias egipcias eran colocadas en ataúdes de madera de cedro y escoltadas hasta la tumba por sacerdotes que, durante el camino quemaban incienso.
Para embalsamar a las momias de empleaba la mirra y por eso pasó a la historia como símbolo de la muerte y la resurrección.

Se afirma que la perfumería ocupa un lugar elevado entre las ciencias ocultas porque ejerce un control sobre las más variadas emociones humanas.
Quien aprende sus secretos adquiere el poder para abrir la puerta de su personalidad y la de los demás. Lo cierto es que a lo largo de la historia, el sahumerio fue empleado como una conexión entre el macrocosmos y el microcosmos, entre la divinidad y el hombre.

Algunas citas de la historia en las cuales se encuentra la mención de Esencias y Sahumerios:

*En 1800 A.C. una tablilla que procede de Babilonia alude a una importación de "Aceite de cedro, mirra y ciprés".

*En 1350 A.C. los egipcios quemaban mirra al amanecer y al mediodía, y Kyphi al anochecer.

*En la Biblia encontramos varias menciones sobre el empleo de sustancias aromáticas:
Juan (12,3): "Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó de olor del perfume".
Hay que recordar también la tan conocida imagen del momento en que el niño Jesús es visitado por los Reyes Magos, quienes llevaron como ofrenda, incienso y mirra. Según se cree, dichas ofrendas eran un símbolo de la realeza, la divinidad y la condición humana-muerte y resurrección- respectivamente.
Por último se puede hacer mención a los textos herbarios de la India clásica, los Ayurvedas, donde aparece el uso de sándalo como sahumerio, en la confección de productos de belleza en las preparaciones un óleo sagrado para ungir la cabeza de sus reyes u sumos sacerdotes.

Todo esto nos permite concluir en que los sahumerios y las esencias aromáticas forman parte de la vida de las personas, independientemente de las creencias religiosas o de las clases sociales de cada momento, desde tiempos inmemoriales, cosa que se mantiene aún en la actualidad.