El mundo es como tú eres.
Si tú eres complicado, es complicado.
Si tú eres simple, es muy simple.
En otras palabras, tú eres el mundo.
La mente lo complica todo.
Incluso la cosa más simple se vuelve
complicada por la sencilla razón de
que la función de la mente es luchar
contra las complejidades y conquistar
tierras que ella misma ha proyectado.
Pero, para el corazón, todo es simple.
Simplemente toma al mundo tal como es.
Y si profundizas un poco más, para el
ser, incluso la palabra "simplicidad"
es demasiado complicada.
Las cosas son como son.
Y, en esta experiencia, la existencia
se convierte en tu hogar; no en una
lucha por resolver problemas, no en
una tormenta de emociones, sino en
un lugar para descansar y relajarse y
dejar que las cosas sean como son...
En lo que a mí respecta, no veo
ninguna complejidad en parte alguna.
Todas las complejidades son obra
del hombre. La simplicidad es divina...
Al mulá Nasrudin le concedieron una
entrevista en una compañía naviera.
El director le dijo: "Nasrudin, es
un trabajo peligroso.
Algunas veces el mar se embravece.
Si estás en medio de una gran
tormenta, ¿qué harías con tu barco?".
Él contestó: "Ningún problema.
Simplemente bajaría el mecanismo
de defensa que tienen todos los barcos,
pesas, enormes pesas que mantienen
el barco estable incluso en
medio de una gran tormenta".
El director volvió a preguntarle:
"¿Y si viene otra gran tormenta...?
Él contestó de nuevo:
"Ningún problema.
Volveré a bajar otra gran pesa".
En el ambiente marino a esas
pesas las llaman lastres.
El director volvió a decirle:
"Y si viene una tercera tormenta,
¿qué harías?".
Y él volvió a contestar:
"Ningún problema... más lastre".
El director no sabía qué hacer con
aquel hombre. Le preguntó:
"¿De dónde sacas todo ese lastre?".
Y el mulá Nasrudin le contestó:
"¿Y de dónde saca usted todas esas tormentas?".
De la misma manera, cuantas más
tormentas me pongas, más lastre
bajaré. La mente crea problemas,
levanta tormentas y luego busca el
lastre y también crea ese lastre..."
Osho